El Perú en peligro



Esta semana se ha visto sacudida por una noticia: la detención del suboficial de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), Víctor Ariza Mendoza. Fue sometido a vigilancia tras ser denunciado discretamente por otro miembro de su institución a quien el espía intentó captar para ampliar su labor de espionaje. Los chilenos fallaron en cuanto a las instrucciones dadas al mencionado suboficial, porque ese sucio trabajo bien pueden estar realizando hasta ahora espías que no se conocen entre sí. Como vieron que la cosa era fácil y que el clima político del gobierno aprista es nítidamente prochileno, los controladores de Ariza pensaron que era oportuno extender la red de espías.

 


También es muy necesario profundizar las investigaciones para determinar, por la clase de información que pasaba al enemigo, si lo que el suboficial conseguía para Chile es lo que normalmente podía obtener un suboficial, o si se trata de información que, por su contenido, era de acceso a personas de mayor jerarquía, o sea, oficiales superiores.

Antecedentes

Teniendo como base el hecho sólido y visible de que Chile es país enemigo declarado del Perú, que robó nuestros territorios de Arica y Tarapacá en 1879 y ahora usurpa cuatro hectáreas de Tacna y nuestro mar, y busca nuestro mal y destrucción, desde los más altos niveles de mando de nuestros institutos armados y desde el jefe supremo de las fuerzas armadas del Perú (el presidente Alan García) debió emitirse una directiva para evitar contacto de cualquier tipo —incluyendo lo protocolar— entre nuestros militares y los de Chile, país ladrón y delincuente. La realidad demuestra que no hubo nada de eso, y más bien se produjo una “confraternización” con los rateros chilenos, la cual alcanzó su punto más alto con el monumento al hampón chileno Arturo Prat en el patio de honor de la Escuela Naval del Perú.

Hoy sábado 14 de noviembre de 2009 los diarios que informan de la noticia recuerdan que en 1979, treinta años atrás, se fusiló el 20 de enero de 1979 a otro suboficial de la FAP por la misma situación que vemos ahora1. Sin embargo, lo que no mencionan es que poco después de esa ejecución se hizo pública la “desaparición” de cuatro aviones de la FAP, que fueron dados por perdidos. Lo que en realidad sucedió fue que el avance de las investigaciones había pasado del nivel de suboficiales al de oficiales, por lo cual, sabiendo que serían descubiertos, los oficiales involucrados huyeron a Chile con avión y todo.

Por qué el escándalo

Permitiendo el ingreso de Lan al Perú, el gobierno ya ha autorizado implícitamente que los chilenos hagan espionaje en el Perú, porque la mayoría de pilotos de Lan son de formación militar. Lo que no estaba en las previsiones del prochileno gobierno del Apra es que para los chilenos era insuficiente espiar a través de Lan2, querían más.

Aspectos políticos

La chapucera y traidora política exterior del Perú es pródiga en declaraciones pacifistas, en promoción de “buenas relaciones” entre países. Así se explican, por ejemplo: a) la política de “cuerdas separadas”, que permite a Chile usurpar nuestro mar, espiar, etc., mientras al mismo tiempo se abren de par en par las puertas del Perú a la inversión de capitalistas chilenos, que vienen a nuestra patria a ejecutar enormes operaciones de lavado de activos; b) la vergonzosa campaña diplomática de implorar desarme regional frente a un enemigo como Chile que tiene muy claros sus objetivos de retener tierras usurpadas3 y de prepararse con el fin de robar más territorio, para lo cual necesita todas las armas que pueda adquirir4.

Aspectos ideológicos

Los gobernantes peruanos, no sólo los apristas, creen que es bueno cultivar buenas relaciones con Chile, facilitarle que domine nuestra economía y controle los contenidos de la enseñanza en lo concerniente a la Historia5, gravísimo acto que no merece atención de la prensa vendida a Chile. Bajo el pretexto de la paz y la integración, ingenua o corruptamente actúan como si Chile no fuese un país peligroso para el Perú, un país que nunca debió limitar con el Perú (es nuestro vecino previo robo del litoral boliviano).

No puede haber paz ni integración con el enemigo ladrón que vive en el siglo XIX y sigue regodeándose con sus crímenes alabando a sus rateros y homicidas con homenajes y monumentos y que en pleno siglo XXI avanza en la usurpación territorial de mar y tierra peruanas. Nunca debemos olvidar que Chile fue y es enemigo del Perú; por tanto, en todo orden de cosas, nuestra conducta frente a ellos debe ser de distanciamiento (no necesariamente de hostilidad) y de precaución. Esto debe enseñarse bien en todo nuestro sistema educativo y con mayor razón en nuestras fuerzas armadas. Consecuentemente, los actos simbólicos como la jura de la bandera deben cambiarse, no hacerlos como hasta ahora en que incluso existe la frase “saludo a la bandera” para significar algo que se hace por guardar las apariencias, de la boca para afuera. Como se hace en otros países, la jura a la bandera debe realizarse en el interior de cuarteles y bases militares siguiendo el siguiente proceso: a) los que van a juramentar se dirigen al patio de honor o lugar conveniente, si es posible, previamente pisando la bandera del enemigo (la chilena) o escupiéndola; b) la frase final (“juro defender mi patria ofrendando mi vida” o algo similar) debe estar precedida de un conciso recuento de los asesinatos, terrorismo y usurpación cometidos por Chile; c) culminar con “¡Muera Chile!”, “¡Viva el Perú!”, frases que fueron muy empleadas en institutos armados y colegios hasta que los chilenos reclutaron sirvientes peruanos para cambiar esos saludables hábitos.

Por otro lado, deben reducirse de manera drástica los encuentros entre personal militar peruano y chileno. Deben proscribirse las visitas de naves de guerra peruanas a puertos de Chile6 y prohibirse también las visitas de naves de la armada chilena a puertos peruanos. En esta época en que los satélites nos dan una clara visión de cada metro cuadrado de terreno, es inútil que gastando dinero en combustible y víveres vayan nuestros marinos a humillarse ante Chile. Más bien es Chile, con las visitas que irresponsablemente permitimos a sus naves de guerra, quien necesita de un conocimiento directo, más detallado del que le brindan sus espías infiltrados en agencias de aduana, puertos, aeropuertos, en nuestra fuerza armada, cuerpo diplomático, medios de comunicación y partidos políticos. Por supuesto, no se debe enviar gente a las reuniones de “dos más dos” (ministros de Defensa y Relaciones Exteriores de los dos países), que son una reverenda e infructífera alcahuetería.

Cambios necesarios

Los últimos acontecimientos demuestran los gravísimos errores que comete el gobierno peruano en su relación con Chile, que paga con espionaje y amenaza de agresión los gestos de amistad y servilismo del gobierno peruano. En este sentido son completamente repudiables las declaraciones del presidente del Consejo de Ministros, el aprista Manuel Velásquez Quesquén, quien dice que la acción de espionaje chileno puesta al descubierto “de ninguna manera” afecta las relaciones político-diplomáticas entre el Perú y Chile. ¿Qué espera este monigote de Chile, que ya haya tanques chilenos cruzando la frontera para que recién diga que pasa algo? ¿No sabe acaso que el espionaje es el paso previo a la invasión, no sabe que un ejército antes de atacar necesita mediante espionaje conocer las fortalezas y debilidades del adversario?

Teniendo un mínimo de sentido común y de dignidad y entendiendo que aunque los gobernantes apristas sean sinvergüenzas, el pueblo peruano sí siente vergüenza e indignación, es urgente que las fuerzas sanas del país, los partidos políticos, los sectores sociales organizados, las centrales de trabajadores y los grupos de civiles y militares hagan sentir su voz para que nuestra patria no siga siendo pisoteada por los chilenos y sus sirvientes. Aquí algunas de las medidas necesarias.

1) Revisar y reformular las relaciones diplomáticas con Chile, manteniéndolas en un mínimo nivel o cortándolas del todo, que es lo mejor.

2) Oficializar la pena de muerte, en tiempo de paz o en tiempo de guerra, para peruanos que espían para otro país contra el Perú7.

3) Realizar cambios en los servicios de inteligencia de cada instituto armado, poniendo gente nueva, que no se le conozca por sus amistades con militares extranjeros.

4) Ver los mecanismos de seguridad necesarios para evitar que conozcan en Chile ni siquiera los datos generales que el escalafón de los institutos armados registra de cada individuo integrante de nuestras fuerzas armadas.

5) Anunciar oficialmente que en ninguna circunstancia el Perú venderá gas a Chile, con un enfoque integral que prohíba la exportación a cualquier país, no sólo a Chile.

6) Declarar la nulidad de la política de “cuerdas separadas” y reconocer que la hostil conducta política y diplomática de Chile hacia el Perú sí tiene efectos en el aspecto del intercambio comercial y de las inversiones.

7) Prohibir el ingreso de nuevas inversiones chilenas en el Perú.

8) Invitar a que se retiren del Perú las empresas chilenas instaladas en el Perú en todos los rubros: transporte marítimo, servicios de aduana, sector energético, minería. En primer lugar, por supuesto, a la aerolínea Lan, por su probado espionaje y porque nada bueno obtenemos de permitirles ganar dinero usando cielos peruanos (mediante operaciones oscuras que son materia de investigación), dejarlos espiar y establecer monopolio.

9) Expropiar tierras agrícolas y urbanas compradas por ciudadanos chilenos, porque todos son testaferros del estado chileno, e indemnizarles, y luego proceder a venderlas a peruanos. No podemos confiar en lo que los chilenos pueden tener en sus instalaciones.

10) Reducir al mínimo necesario el trato entre militares peruanos y chilenos. Prohibir que barcos de la armada peruana vayan a Chile y negar el ingreso de naves de de la marina de guerra chilena a nuestros puertos.

11) Modificar la ceremonia del juramento de fidelidad a la bandera, siguiendo las pautas aquí sugeridas (pisar y escupir la bandera chilena), retirar el monumento al delincuente chileno Arturo Prat, que está en el patio de honor de la Escuela Naval, y castigar con cárcel y baja deshonrosa a los marinos autores de esa humillación nacional.

12) Sancionar, aunque no sea posible legalmente, sí moralmente al traidor a la Patria Allan Wagner Tizón, con la destitución del cargo de agente peruano de la demanda ante el tribunal de La Haya, por haber firmado en 1985 el Acta de Lima, traidor documento que, aunque no fue aprobado por el Congreso peruano, mediante éste, por órdenes chilenas, el gobierno aprista acepta de hecho maquillar la enseñanza de la historia del Perú con el objetivo de que nuestra juventud tenga una versión falsa que oculte los asesinatos, robo, destrucción y terrorismo que realizaron los chilenos en la guerra 1879-1883.
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1 Por supuesto que solicitamos la pena de muerte para el suboficial traidor. Ante un hecho de tanta gravedad, no debemos decir que no se fusila porque no estamos en guerra. En 1979 se fusiló al traidor sin que estuviésemos en guerra.

2 Ver Lan al servicio del espionaje militar chileno. En 2006 fue detenido un empleado de Lan tomando fotografías a la base aérea de Chiclayo. Véase en el diario El Comercio: “Lambayeque. Extraño caso / Detienen a trabajador de Lan-Perú por tomar fotos de la base militar”, Lima 24-05-2006, p. a13; “Lambayeque. La justicia tiene la última palabra / Inician proceso contra trabajador que tomó fotos en zona militar”, Lima 08-06-2006, p. a13; y “Encausado empleado Lan que fotografió aeropuerto peruano” en noticiastrujillo.com del 26-05-2006 en http://www.noticiastrujillo.com/index.php?option=com_content&task=view&id=12318&Itemid=164

3 Chile mantiene la usurpación de Antofagasta (Bolivia) y Tarapacá y Arica (Perú).

4 Para echar sal a la herida, burlándose de la mendicante campaña peruana en pro del desarme, esta semana Chile gestiona en los EE. UU. una compra por 665 millones de dólares de cohetes antiaéreos portátiles Stinger (para su infantería) y cohetes aire-aire Sidewinder para sus aviones.

5 Leer Acta de Lima, ¡Infamia contra escolares al descubierto!, ¡Lavado cerebral a escolares promovido por Ministerio de Educación!, Chile pidió cambiar textos de la Guerra del Pacífico.


6 Estas visitas a los chilenos, aparte de servir para que nuestros marinos pongan un monumento a la rata chilena Arturo Prat o quién sabe sean captados para realizar espionaje, no nos traen ningún provecho.

7 Esto debe ser muy claro. No se podría fusilar a un peruano que espíe para otro país pero no contra el Perú.