Ollanta Humala: no hay política exterior institucionalOtra ambigüedad e incoherencia de Humala

En una conferencia de prensa que hace pocos días tuvo lugar en el Congreso de la República, varios congresistas del Partido Nacionalista Peruano y su jefe, el comandante Ollanta Humala Tasso, expusieron sus puntos de vista respecto de los problemas de delimitación territorial marítima con Chile, y también se ocuparon de la usurpación territorial que ocurre en suelo tacneño al desconocer los chilenos el punto Concordia, señalado en el tratado de límites de 1929 entre Perú y Chile.
 

Como expresión de su voluntad de asegurarse de que la soberanía nacional fuese respetada, los nacionalistas anunciaron que el 5 de abril se harían presentes en el lugar, para verificar in situ cuál es la situación en esa parte de nuestro territorio. Este anuncio cayó muy mal en los círculos del gobierno, que tienen la indoblegable voluntad de ceder a Chile el triángulo de usurpado suelo tacneño para que el país enemigo pueda realizar una proyección que le permita consolidar su usurpación de mar territorial peruano.

 
 

A este respecto, ha habido un tira y afloja entre el oficialismo y parte de la oposición; pero se nota con claridad que el actual gobierno peruano se niega a realizar cualquier acción que impida los planes de Chile de usurpar todo lo que pueda de nuestra patria. Como señal de sumisión, Alan García en vez de expulsar del Perú a la aerolínea Lan le permite seguir utilizando nuestro cielo y realizar espionaje (comprobado) y además ha ofrecido a Chile tender un gasoducto para Codelco si se encuentra más gas cerca de Camisea.

 
 
 
 

Ante este entreguismo surge la figura del comandante Ollanta Humala Tasso, que se presenta con el ímpetu de poner las cosas en su sitio yendo a la frontera. Sin embargo, hoy domingo circula la noticia de que el militar retirado ya no está tan seguro de ir; dice que eso lo va a decidir su partido. ¿Qué pasa? Hay varias posibilidades:

 
 
1) Se solidariza con el actual prochileno gobierno entreguista y comprende las complicaciones o problemas que podrían surgir de la visita a suelo tacneño. Si esto es así, estaría haciendo suyos los deseos de Chile de dejar las cosas como están para que la continuidad de la usurpación le genere derechos posesorios basados en el consentimiento peruano de la usurpación. O sea que, dentro de esta posibilidad, Ollanta Humala Tasso estaría prestando su consentimiento a la usurpación. ¿De cuándo acá a un patriota puede preocuparle que los chilenos se enojen o amenacen? Los peruanos patriotas no somos peleles de Chile, no nos solidarizamos con sus preocupaciones o aspiraciones, siempre contrarias al Perú.
 


Las minas no son justificación para impedir el viaje

 

2) Miedo a las minas. Ha circulado la noticia (no confirmada) de que la zona que usurpa Chile en Tacna está minada. Ya se sabe que si hay minas, esto no constituye ningún obstáculo para una visita: como las presuntas minas chilenas* —si existen— están en nuestro territorio, tenemos el derecho de sacarlas, para lo cual hay personal y equipo especializados. Desde hace más de 60 años hay aparatos detectores de minas. Si las minas han sido puestas por militares peruanos, el asunto es más sencillo, no se necesita sacarlas, basta con que los soldados peruanos, caminando por delante, guíen a los congresistas por la ruta segura que conduce al punto Concordia.

 
 
En vista que no existe ningún peligro de muerte ni de explosión riesgosa, por descarte inferimos que ha conciliado con el APRA, de cuya política exterior aparentemente discrepa. ¿Ahora en quién podrán creer los ciudadanos inclinados a las ideas nacionalistas? ¿Podrán digerir la idea de que el caudillo radical ha capitulado ante el gobierno prochileno o que tiene miedo de pisar una mina? ¿Qué dirán los militantes de su partido?

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* Los militares peruanos a cargo de vigilar ese sector de la frontera saben dónde las pusieron los chilenos (si tal cosa sucedió), a menos que hayan cerrado los ojos o hayan hecho guiños y mirado a otro lado cada vez que los militares chilenos entraban a suelo peruano a sembrar minas.