— Policía chileno mandó amenazante carta notarial a sanisidrino que indagó sobre su caso en la municipalidad
— Estaría laborando de manera clandestina, porque su contrato no aparece en los archivos del Concejo
— ¿Qué dicen el ministerio del Interior y Seguridad del Estado?

 

Reproducimos la denuncia sobre la contratación en la municipalidad limeña de San Isidro de Juan Muñoz Cortés, oficial retirado de Carabineros (la policía chilena). Como podremos leer en el texto, la mencionada comuna trata de mantener en reserva este caso y no responde cómo así está allí ese extranjero (¿ganó a los peruanos en concurso público?).

Considerando la seguridad nacional y la dignidad de peruanos, es inaceptable que para ese puesto se contrate en San Isidro al ciudadano del país del cual nos separa una deuda de sangre y que en este momento nos está robando el triángulo terrestre de Tacna.

Es necesario que el alcalde de San Isidro aclare si el señor Muñoz cobra sueldo del municipio (esto es, del estado peruano) o si trabaja ad honorem, solo para demostrar que los policías y militares peruanos no sirven para nada.

Curiosamente, para negarse a dar información sobre el chileno, en la municipalidad alegan razones de seguridad nacional, como si trataran de proteger los datos de un policía o militar peruano empeñado en alguna trascendente y secreta misión.

Leamos.

 

Luz del Sur

Por Ricardo Velazco

Municipio de Sam Isidro contrata como asesor principal de seguridad a un coronel retirado de los Carabineros de Chile. La hermandad en su mayor expresión.

La municipalidad de San Isidro ha contratado a un coronel en retiro de los carabineros de Chile para asesorar en la seguridad del distrito. Se trata de Juan Muñoz Cortés, quien hasta el año pasado trabajó en la embajada chilena en Lima. El contrato y las tareas que cum­ple el retirado carabinero han sido declarados “secreto muni­cipal”.

José Donayre Gamarra, ve­cino de San Isidro, se enteró de la contratación del coronel Mu­ñoz por un correo electrónico que llegó a su casillero. Cuando Donayre trató de averiguar más sobre el asunto, le llegó a su casa una carta notarial con tono ame­nazante que firmaba el propio Muñoz Cortés. “El tema se ori­ginó con un correo electrónico que me envió a finales de abril Francisco Navarrete, director de la revista El Sanisidrino, con el link de un reportaje de la prensa chilena que mencionaba al señor Muñoz. El link iba acompañado de la pregunta ‘¿Espía chileno en la municipalidad de San Isidro?’

Yo decidí entonces reenviar el correo a un grupo de altos fun­cionarios municipales para que revisaran el asunto. Un día des­pués una carta notarial llegó a mi puerta, estaba firmada por el propio coronel Muñoz, quien pedía que me rectificara por el contenido del correo electrónico porque decía que lo acusaba de delito contra la seguridad nacio­nal al calificarlo de espía”.

La carta notarial lo amena­zaba con un juicio penal. “[...] Dichas afirmaciones perjudican mi honor y reputación siendo su único afán el de faltar a la verdad imputando hechos delincuenciales por lo cual solicito a us­ted dentro del plazo de 24 horas rectifique dichas afirmaciones por el mismo medio que empleó para afirmarlas, caso contrario pondré en conocimiento tal ac­ción al órgano jurisdiccional a efectos de que proceda conforme a lo dispuesto en el artículo 314 del código de procedimientos penales”, dice el furioso texto.

José Donayre ni respondió ni tiene pensado hacerlo. Los que sí lo hicieron fueron los trabajadores del Concejo. El 10 de mayo, con la noticia ya esparcida local­mente, tres dirigentes del Sindi­cato de Trabajadores Obreros de Seguridad Ciudadana enviaron una carta al alcalde, Manuel Velarde, para solicitarle una copia del contrato de Muñoz Cortés e información sobre el “Plan Pilo­to de Seguridad Sector 5” para el que el carabinero fue contratado.

Dos semanas después el se­cretario general del municipio, Hugo Ortega Polar, respondió la solicitud. La carta que reci­bieron los trabajadores dice: “La subgerencia de logística y servi­cios generales señala que reali­zó la búsqueda correspondiente en sus archivos físicos desde el año 2007, y que la información solicitada no obra en su acervo documentario”. Es decir, en los archivos del municipio no está el contrato de Juan Muñoz.

Respecto a los detalles y cos­tos del “Plan piloto de seguridad” la solicitud fue rechazada por “no ser posible dar atención, al encontrarse dentro de las excep­ciones de acceso a la información pública, al ser considerada como información reservada, concer­niente a la prevención y represión de la criminalidad, plasmados en planes de seguridad”, respondie­ron desde el municipio.

Cabe señalar que en las con­vocatorias de trabajo y en las resoluciones municipales publi­cadas en la página de transpa­rencia del Concejo, entre 2016 y 2017, tampoco aparece infor­mación sobre la contratación de Muñoz.

“No tiene sentido que no haya registro del contrato. Yo asistí en noviembre del año pasado a una reunión donde nos juntaron a 66 supervisores y 6 inspectores. En aquella cita nos explicaron que iba a haber un nuevo plan piloto de seguridad y Ernesto Santa María, subgerente de seguridad, presentó al coronel Muñoz como el asesor del plan en el sector 5 del distrito”, señala Segundo Prieto Ludeña, secretario gene­ral del sindicato de obreros de seguridad de San Isidro.

De acuerdo a Prieto, en aque­lla reunión Muñoz tomó la pala­bra. “[Muñoz] dijo que las áreas de tránsito, seguridad, gestión de desastres y fiscalización se fu­sionarían y serían una sola. Lue­go propuso una suerte de cambio de denominaciones para las dis­tintas labores de los serenazgos. Nosotros pedimos la palabra y dijimos que básicamente la idea del señor Muñoz era, en la práctica, cambiarle de nombre a algo que iba a seguir funcionando de la misma manera”, señala el sindicalista y supervisor de serenazgo de San Isidro.

El sector 5, la zona de San Isidro en la que el coronel Mu­ñoz puso a prueba el plan piloto, abarca las calles adyacentes a las avenidas Guardia Civil, Repú­blica de Panamá y Javier Prado, que tienen como punto neurál­gico las sedes centrales de los ministerios del Interior y de la Producción.

“En el pasado han sido llama­dos como asesores 3 coroneles y una docena de comandantes del Ejército Peruano. La gestión de Velarde ha preferido traer a Muñoz, a quien presentaron como un alto estratega policial, a la altura del jefe de Policía de Nueva York, William Bratton, o el colombiano Antanas Mockus”, señala Prieto Ludeña.

Este semanario contactó a la oficina de prensa del municipio para solicitar una entrevista con el coronel Muñoz o algún otro funcionario que pudiera dar al­gunos detalles sobre esta contratación pero no hubo respuesta.

El coronel Juan Muñoz

Muñoz Cortés sirvió como ofi­cial de la policía chilena durante 32 años, hasta febrero de 2016. Comenzó su carrera en la inves­tigación de delincuencia organi­zada y más tarde se desempeñó como analista policial del Área de Inteligencia Operativa y Te­lemática, donde destacó por su habilidad para la tecnología. De hecho, fue uno de los primeros formadores de oficiales chilenos especializados en delitos infor­máticos y ostenta una maestría por ingeniería y software de la Universidad de Tarapacá.

En 2013 fue entrevistado por su trabajo al frente de una purga policial que le costó el puesto a medio centenar de co­legas corruptos, entre ellos un inspector general del cuerpo de Carabineros. Dos años más tar­de de aquella entrevista en la que contó que era un gran admirador de Maquiavelo, fue destinado a la embajada de Chile en Lima como agregado policial. Cómo acabó en el municipio de San Isidro es un capítulo que contará algún día [el alcalde] Manuel Velarde.

“Resulta paradójico e inaudi­to que en el distrito donde viven el señor presidente, Pedro Pa­blo Kuczynski, el vicepresidente Martín Vizcarra y la ministra de Justicia, Marisol Pérez Tello, se haya contratado a un coronel en retiro de los Carabineros chi­lenos, experto en informática”, dijo irónico José Donayre en una carta dirigida al ministro del Interior.

 

De mal en peor

Por falta de dignidad de nuestras autoridades, en el Perú los chilenos se meten por todas partes como cucarachas. En el gobierno de Alejandro Toledo, Santiago impuso a Esteban Silva como supervisor chileno en el palacio de gobierno de Lima; Ollanta Humala se doblegó ante la presión militar de Chile y puso a la chilena Carolina Trivelli en el gabinete de ministros del Perú.

Ahora con lo de San Isidro los enemigos chilenos demuestran que son capaces de infiltrarse por cualquier rendija previamente aceitada.

[Nota de Con nuestro Perú]

 

Hildebrandt en sus trece, Lima del 30-06-2017 al 06-07-2017

 

 

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