Habría recibido donaciones de empresa brasileña. Salen a la luz conferencias de García para amigo de Odebrecht, que le pagaba 50 mil dólares por una hora.

Según informe de Sunat, Nores habría recibido donaciones y favores de Odebrecht.

Odebrecht no solo dio aportes para la campaña del Partido Aprista, sino también fue generoso con la ex primera dama del Perú, Pilar Nores, quien habría recibido donaciones de la empresa constructora Odebrecht para la ONG Instituto de Trabajo y Familia, entre los años 2006 y 2010.

El semanario Hildebrant en sus Trece hace referencia a un informe de la Sunat que da cuenta que entre el 2006 y el 2010 la empresa brasileña hizo importantes donativos al Instituto fundado por Nores Bordereau en el 2002 y en el tiempo en que se hicieron las donaciones, García y Nores aún estaban casados.

Según el referido semanario, la donación hecha en el 2006 se hizo bajo la razón comercial ‘Odebrecht Perú Ingeniería y Construcciones S.A.C.’, mientras que las del 2010 se hicieron bajo el nombre de ‘Concesionaria Iirsa Norte S.A.’, ‘Concesionaria Interoceánica Sur – Tramo 2 S.A.A’ y ‘Concesionaria Interoceánica Sur – Tramo 2 S.A.’

De acuerdo a los datos que las empresas donantes declararon a la Sunat, dentro de las donaciones se encuentran varios beneficiarios que no explicaron, a la fecha, con claridad, a qué se destinó la donación. Dicha información está en manos de la Comisión Lava Jato del Congreso de la República, asegura el semanario.

Pese a que la información fue difundida ayer, la titular de la Comisión Lava Jato no se pronunció al respecto y mantuvo un silencio, al mismo estilo que el que tuvo con el caso de Keiko Fujimori, pese a que el mismo Marcelo Odebrecht dijo que le dio dinero para su campaña el 2011 proveniente de la Caja 2, que para las autoridades judiciales es de origen ilícito.

André Steves le pagaba 50 mil dólares a Garcia por parlar una hora.

Las conferencias de Alan

El mismo semanario (Hildebrandt en sus Trece) informó de algunas conferencias que Alan García daba para el empresario André Esteves, quien era un hombre muy cercano a Marcelo Odebrecht y quien le pagaba a García un promedio de 50 mil dólares por conferencia de una hora.

García no podrá negar que fue contratado por una empresa estrechamente vinculada al caso Lava Jato para dictar dos conferencias por las que cobró un total de 99 mil 910 dólares. Se trata del banco brasileño BTG Pactual, involucrado en la trama financiera del pago de coimas, y cuyo dueño, André Esteves, estuvo preso por tratar de sobornar a un exdirector de Petrobras para evitar que contara las andanzas corruptas de Lula Da Silva.

García fue contratado por BTG Pactual en sociedad con la corredora chilena Celfin Capital, para dictar una conferencia en Santiago de Chile el 9 de mayo de 2012. Por la conferencia cobró 49 mil 910 dólares en dos armadas y por adelantado.

El 20 de abril de ese año recibió un adelanto de U$ 24,955 y el 4 de mayo le abonaron otros U$ 24,955. La investigación por enriquecimiento ilícito que archivó el exfiscal de la Nación José Peláez (de conocida simpatía aprista) el 9 de diciembre del 2013.

Cinco meses más tarde, el 10 de octubre de 2012, el banco brasileño BTG Pactual volvió a contratar a García para dictar una conferencia en Nueva York, por el que le pagaron 50 mil dólares que le fue depositado el 19 de febrero del 2013.

En ese entonces BTG Pactual era presidido por el empresario brasileño André Esteves, quien el 25 de noviembre del 2015 fue arrestado por tratar de silenciar a cambio de dinero al exdirector de Petrobras Néstor Cerveró para evitar que colabore con la justicia.

Otros pagos

El expresidente de la llamada Megacomisión, Sergio Tejada, dio cuenta que el mayor gremio empresarial de Brasil llegó a pagarle 100,000 dólares a Alan García por una sola conferencia de hora y media, pese a que en los niveles políticos y académicos, las más valoradas exposiciones oscilan entre pagos de 15 mil y 30 mil, máximo 50 mil dólares.

Tejada indicó que el expresidente Alan García sería el único profesional, político, experto o analista en la historia internacional de las conferencias a quien le han pagado alguna vez 100,000 dólares por una sola charla, lo que significa más de 1,000 dólares por minuto.

El evento fue el 25 de mayo del 2012 en la sede de la Federación de Industriales del Estado de Sao Paulo (FIESP) que agrupa a las principales empresas constructoras brasileñas y consorcios del sector, una especie de Confiep carioca.

Cuando García fue contratado para esa conferencia para pasar luego por caja, su buen amigo Marcelo Odebrecht (Presidente de la corporación Odebrecht) era Vicepresidente del Consejo Superior de Infraestructura, una de las más importantes estructuras del FIESP.

En la mente de Marcelo Odebrecht estaban todavía frescos, seguramente, los recuerdos de viejos amigos, de cuando manejaron tan bien y productivamente los negocios viales del Perú, con la ayuda entusiasta y obediente de personajes como Enrique Cornejo, el entonces ministro de Transportes, defensor irreductible de las adendas en los contratos de licitación.

Muy rentables

Las conferencias que había dado Alan García después de su segundo periodo de gobierno cobraron notoriedad cuando el expresidente, acogotado por las presiones para que explique cómo compró en Miraflores una lujosa casa de 830,000 dólares, tuvo que presentar al Ministerio Público cuentas de ingresos.

García aseguró que en los meses anteriores había ofrecido 18 conferencias en universidades e instituciones ávidas de recibir baños de sus conocimientos y experiencias. Y citaba la conferencia ofrecida en la FIESP de Brasil como un ejemplo de lo bien que le iba en esa actividad.

Cosa difícil de probar, por cierto, ya que la mayoría de conferencias en los grandes centros del saber e instituciones de expertos le generaron estipendios que oscilan entre los 15 mil y 50 mil dólares por hora y media o dos de exposición. Y no más.

Algo más

García fue contratado también por empresas que negociaron con su segundo gobierno, como Endesa, Kimberly Clark, Junefield Textiles Company Limited y GS1 Perú.

 

Fuente: Diario Uno, 05/08/2017