Todas las investigaciones nos conducen a Alan García y a su segundo gobierno. AG-Odebrecht es un entramado de amistad.

Por Yásser Gómez Carbajal

En su última presentación en la Comisión Lava Jato del Congreso, Alan García rechazó haber recibido alguna coima o haber dirigido algún acto ilícito al realizarse los contratos o concesiones durante su segundo gobierno (2006-2011) con la constructora Odebrecht.

Negó que las siglas AG encontradas en el celular de Marcelo Odebrecht se refieran a él, rechazó cualquier relación con Marcelo Odebrecht y le restó importancia a sus reuniones con Jorge Barata, principal representante de la constructora brasileña cuando se repartían las coimas en el Perú.

Pero, parece que AG ignora la brillante frase que dejó el presidente de los Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt (1933-1945). “En política, nada ocurre por casualidad. Cada vez que un acontecimiento surge, se puede estar seguro que fue previsto para llevarse a cabo de esa manera”.

Y eso se confirma cuando vemos las cifras de la constructora Odebrecht, que invirtió 3 mil 493 millones 632 mil 914 soles durante el gobierno de Alan García, además de Alejandro Toledo (S/ 452,120,285.60) y Ollanta Humala (S/ 24’409,599,441.84), el total en estos tres últimos periodos presidenciales, sumaron 6 mil 700 millones de soles por contratos y concesiones, sin considerar sobrecostos posteriores. Es decir, AG fue el preferido. Como lo indica una investigación de IDL- Reporteros. (1)

En los últimos 3 gobiernos en el Perú, el de Alan García fue premiado con las mayores inversiones de Odebrecht.

Viejos lazos con odebrecht

Al revisar los archivos audiovisuales encontramos que Alan García confesó de manera pública que tiene una antigua relación con la familia Odebrecht. En una conferencia de prensa realizada en Palacio de Gobierno, durante su segundo mandato, declaró: “Lo saludo a nuestro amigo Marcelo Odebrecht, cuyo padre tuve ocasión de conocer cuando inauguramos la primera etapa del proyecto Chavimochic allá en 1990, cuyo abuelo fundador de la empresa todavía sigue al frente de la corporación Odebrecht”. (2) A su lado se encontraba Marcelo Odebrecht, máximo ejecutivo de la constructora brasileña de visita en Lima.

AG es Alan García

El 9 de noviembre del 2017 en Curitiba, Brasil, tres fiscales peruanos: Rafael Vela, fiscal superior; José Domingo Pérez Gómez, fiscal a cargo de la investigación; y el fiscal adjunto Walter Villanueva, interrogaron a Marcelo Odebrecht, ex CEO de la constructora del mismo nombre.

A Odebrecht le preguntaron si el AG de sus notas ¿era el que se sospecha o no? El exejecutivo respondió. A veces sí, y a veces no.

Respecto al apunte de un AG, antes de la famosa línea sobre los 500 mil a Keiko, en este caso, dijo Odebrecht CC/AG significa Camargo Correa y Andrade Gutiérrez. De esto se valió García para decir que todos los AG escritos por Marcelo Odebrecht tenían este significado.

Sin embargo sobre otro apunte AG, líneas más abajo, Odebrecht aceptó que AG significa Alan García y confirmó que la relación con Alan García era una cuestión de tres generaciones de la familia Odebrecht: desde Norberto hasta Marcelo, pasando por Emilio Odebrecht. Era, afirmó, una relación de confianza.

Odebrecht admitió, que su empresa no iba a participar en el gasoducto, pero que Alan García los indujo e incentivó para que ingresen. El fiscal le preguntó si con relación a ello había habido ‘pagos’ de coimas, y Odebrecht otra vez repuso que “eso no lo puedo afirmar, eso lo tiene que confirmar Barata”.

Conferencias carísimas

Le preguntaron también sobre aportes a campañas políticas de Alan García o el Apra y Odebrecht respondió que tiene la certeza pero que eso lo tiene que confirmar Barata.

Cuando el fiscal preguntó si Odebrecht había pagado a Alan García por dictar conferencias, Marcelo Odebrecht contestó que sí, que Odebrecht lo había contratado “porque es una política de la empresa ayudar a los expresidentes”. Le preguntaron sobre los montos, contestó, con abrumadora previsibilidad, que “eso lo sabe Barata”.

En febrero de 2013, AG había presentado un documento a la Fiscalía que lo investigaba por desbalance patrimonial. En el cual detalló sus ingresos por 18 conferencias nacionales e internacionales que expuso entre agosto del 2011 y diciembre del 2012. “Entre ellas se encuentra un conversatorio que se realizó en mayo del 2012 en la sede de la Federación de Industriales del Estado de Sao Paulo, por la que percibió 100 mil dólares. Marcelo Odebrecht era miembro de ese gremio.

Contacto con el poder

Pero las relaciones con los brasileños no quedan ahí. El ex primer ministro de Lula, José Dirceu, y dos altos ejecutivos brasileños, José Antunes Sobrinho (Engevix) y Gilberto de Azevedo Branco Valentim (Galvao Engenharia), dijeron al juez Sergio Moro, que el expresidente Alan García (2006-2011) fue un contacto importante para sus negocios durante el gobierno aprista.

Según la investigación de Ojo-publico.com, (3) el presidente de Galvao Engenharia, Gilberto Valentim, confesó al juez Moro que su empresa necesitaba el respaldo político para ganar el proceso de adjudicación de un proyecto de ingeniería en Tumbes. Por eso la reunión con AG era importante, porque una parte del financiamiento no iba a sostenerse sin que el gobierno central ponga dinero en el proyecto.

Para obtener ese apoyo Galvao Engenharia tenía la necesidad de contratar personas que realizaran consultorías cerca del poder político. Los elegidos para hacer este trabajo fueron: el ex primer ministro brasileño José Dirceu y Zaida Sisson (esposa del ex ministro aprista Rodolfo Beltrán). Como señala la investigación de IDL-Reporteros, Gilberto Valetim testificó ante el juez Moro: “Yo personalmente estuve con el presidente Alan García gracias a las consultorías, para pedirle un complemento financiero por parte del gobierno central”.

El propietario de la empresa Engevix, José Antunes Sobrinho, reveló ante el juez Moro que también contrató como consultor a José Dirceu para los contactos políticos en Lima como lo hizo Engenharia. Sobrinho confirmó lo que dijo Milton Pascowitch, delator clave en la Operación Pixuleco, la 17ª fase de la operación Lava Jato. A mediados del 2008; Dirceu y Sobrinho tuvieron reuniones con algunos ministros del gobierno de AG, como el de aguas, el de energía y el presidente de Petroperú. Sobrinho fue condenado a 21 años de prisión por corrupción y lavado de dinero.

En este documento de la Policía Federal de Brasil, aparece un ‘AG’, líneas abajo está la frase “Acordo DGI”, que hace alusión a los pagos ilícitos de Odebrecht.

Factor Sisson

Zaida Sisson, esposa del exministro de AG, Rodolfo Beltrán, fue un factor importante para que se extiendan los negocios ilícitos entre el Estado peruano y otras constructoras brasileñas como Camargo Correa, en el segundo gobierno aprista, según una investigación de IDL-Reporteros. (4)

Entre los años 2007 y 2011 Sisson realizó diversas “reuniones de trabajo” con los ministerios de Vivienda, de Energía y Minas, de Transportes, Autoridad Nacional del Agua, Sunass, incluida la cartera de Agricultura, en la cual su esposo era director de Pronamachs, además de vicepresidente del Banco Agrario.

Sisson trabajó como gestora y consultora de Galvao Engenharia entre julio del 2009 y julio del 2012. Por eso tiene relevancia que ella haya organizado reuniones periódicas entre los representantes de su compañía con algunos de los ministros de Agricultura de turno (por el que pasaron 6 ministros durante el régimen aprista). Por ejemplo, entre los meses de enero y febrero del 2010 gestionó y realizó reuniones con el ministro Adolfo de Córdova.

Entre las historias que complementan el caso Lava Jato en el Perú, el rol del jefe de Galvao en nuestro país, Marco de Moura Wanderley destaca porque representó a empresas brasileñas en nuestro país desde 1998, en el 2002 lo hizo con Camargo Correa.

Primero trabajó con la también brasileña Andrade Gutiérrez pero su nombre destacó recién cuando se reveló el caso “Castillo de Arena”, investigación realizada por el Ministerio Público y la Policía Federal de Brasil el 2009, que descubrió el pago de sobornos de Camargo Correa a funcionarios en los gobiernos de AG y Alejandro Toledo.

En el régimen aprista (2008) esta constructora se adjudicó (en consorcio con una empresa francesa), la construcción de la planta de tratamiento de agua de Huachipa. Tras ese escándalo, en 2009 Moura fue ejecutivo de Galvao Engenharia. Ese año Moura contrató a Zaida Sisson como consultora de la filial peruana, a pesar de tener un conflicto de intereses directo, pues su esposo era un veterano militante aprista que fue ministro de la Presidencia en el primer gobierno de AG.

Y así, todas las investigaciones nos indican porqué el segundo gobierno de Alan García fue el que más inversiones recibió de la empresa Odebrecht. Casualidades no existen en la política, como dijo Franklin D. Roosevelt, y menos en el caso AG-Odebrecht.

Notas:
(1) Los contratos de Odebrecht en Perú. Idl-reporteros.pe
(2) Publicado en el reportaje “Expediente Odebrecht. Los más comprometidos” del programa Panorama de Panamericana Televisión emitido el domingo 15 de enero del 2017. ( https://goo.gl/HTNq5y)
(3) Ojo-publico.com – Tres investigados de Lava Jato dicen que Alan García fue pieza clave de sus negocios. Ernesto Cabral Mejía.
(4) IDL-Reporteros. Lobbies y mentiras.

 

Diario Uno, 15.12.2017