Al menos once personas fueron asesinadas por terroristas musulmanes que atentaron contra la sede de la revista Charlie Hebdo en París, semanario que ya había recibido otro ataque en 2012 tras publicar caricaturas de Mahoma, prohibidas por el islamismo, así como cualquier representación gráfica del fundador de esa religión.
La incesante invasión de población musulmana devuelve así nuevamente su bárbaro pago a Francia, país que los acoge en nombre de las libertades de culto, pensamiento y otros valores que estos sujetos no respetan y más bien buscan imponer sus creencias y forma de vida por encima de la cultura francesa, donde personajes como Brigitte Bardot fueron sancionados por criticar las brutalidades musulmanas en París, como las de sacrificar carneros.
Los criminales desataron un nutrido tiroteo alrededor de las 11:30, hora de Francia, en el centro de París, en el bulevar Richard-Lenoir, 10, calle Nicolas-Appert, distrito 11, que deja al menos 11 muertos, según informa Le Monde.
El semanario satírico ya había recibido amenazas, por sus contenidos satíricos acerca del islamismo (aunque también lo hizo con otros credos y contra políticos), por lo cual dos policías custodiaban el local, los cuales fueron asesinados por los musulmanes, quienes después mataron a nueve personas más, tras lo cual fugaron en un auto negro, hacia la puerta del Pantin, donde se detuvieron para abordar su propio vehículo, según i-Télé.
Cinco persona resultaron heridas, de ellos dos son policías, que se encuentran en estado grave. Se ha confirmado que al menos uno de los fallecidos es un periodista de Charlie Hebdo.
Al lugar acudieron unos cien policías y equipos de bomberos, además del presidente de ese país, François Hollande, sin que se haya conseguido hasta el momento capturar a los criminales.
Charb, director y dibujante del semanario resultó herido grave en el ataque, además del dibujante Riss, aunque con menos gravedad, informa Le Monde.
Las armas empleadas son automáticas y fueron portadas por atacantes que gritaban “Alá Akbar” (Alá es grande) cuando disparaban.
En su fuga, los terroristas tiraron contra un auto policial que repelió el ataque, pero después retrocedió.
Estos musulmanes habían rastreado los movimientos del semanario y sabían que hoy a las diez de la mañana había una reunión de redacción, declaró un periodista de Charlie Hebdo a Le Monde.
Hollande salió a deplorar el atentado y calificar de barbarie el hecho, pero no ha anunciado ninguna medida contra el terrorismo ni el fanatismo musulmán ni sobre la inmigración islámica.
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