Wilfredo Zamora Carrion 2El Poder Judicial ordenó nueve meses de prisión preventiva para Wilfredo Zamora Carrión, el homosexual que admitió haber causado la muerte "involuntaria" del periodista José Yactayo, a quien después descuartizó.

El juez de turno Arnaldo Sánchez atendió así la solicitud del Ministerio Público, por los delitos de homicidio simple, falsedad genérica y contra la fe pública.

El caso entrará a una fase de profundización de las investigaciones.

Todavía no se pone a derecho Aldo Walter Cáceda Benvenuto (69), presunto conviviente de Zamora Carrión, para quien se pidió y dictó comparecencia restringida. Cáceda habría incurrido en el delito de encubrimiento real.

Como se sabe, el departamento en el cual se ejecutó el asesinato y el vehículo que sirvió para transportar los restos descuartizados de Yactayo son de propiedad de Cáceda, quien permanece lejos de la justicia, en los Estados Unidos.

El dictamen judicial fue rechazado por la madre de Yactayo, quien alega que debió considerarse el delito de homicidio culposo, pues para matar a su hijo lo drogaron, de modo que no pudo defenderse.

José Yactayo, periodista especializado en productos audiovisuales, desapareció a fines de febrero. Su tronco y un brazo fueron hallados en Huaura.

Llama la atención que no se haya tenido, al menos todavía, en cuenta la conducta procesal del acusado, quien mintió reiteradamente y alega que no hubo premeditación al drogarlo porque era un medicamento que le recetaron hace años y no lo compró expresamente para el crimen. No obstante, no se puede descartar la premeditación, pues el sujeto conocía los efectos del fármaco que utilizó para el delito.

Subsisten las dudas sobre sus móviles, pues aduce que sólo fue por la lujuria para violarlo drogándolo hasta que no se pueda defender. Siendo un universitario, al parecer ávido de dinero, acostumbrado a frecuentar a hombres mayores, a los cuales presuntamente se prostituía, no se ha profundizado el móvil de la grabación de la violación de Yactayo con fines de extorsión, pues en el departamento abundaban las cámaras de vídeo conectadas a dispositivos móviles. Así las cosas, el asesinato podría haber sido perpetrado tras no recibir un pago por extorsión.

De otro lado, el imputado insiste en cargar con el peso de la autoría, pese a que según varios especialistas habría cómplices.