Pena de muerte para defender la sociedad

A diferencia del Perú, donde los delincuentes, y especialmente los asesinos, tienen toda clase de facilidades para cometer sus delitos y pasar cortas temporadas en la cárcel, en otros países —por ejemplo EE. UU., China, Arabia Saudita—, el estado protege a la sociedad eliminando a los malos elementos y satisfaciendo el clamor de venganza de las familias de los asesinados.

Es interesante notar que la ley saudita no hace diferencias entre las diferentes clases de homicidio o asesinato, ya que en esas disquisiciones se esconde el recurso o artilugio legal que salva al asesino. En Arabia Saudita lo único que los jueces tienen que probar es que una persona haya matado a otra en forma intencional o como parte de una agresión. Punto. Si lo hizo por motivos pasionales, por venganza, por terrorismo, por encargo (sicariato), como consecuencia de un robo o secuestro, etc., eso no importa, es secundario.

Debemos reaccionar, porque ahora, para eludir sus responsabilidades, los delincuentes inducen a menores de edad a cometer asesinatos, sabiendo que la ley tolera la conducta criminal de los menores (cometen “infracciones” o “faltas”, no “delitos”). A los 10 u 11 años estos niños ya están matando gente, y a los 15 ya son veteranos asesinos.

Ojalá que los congresistas y legisladores peruanos abandonen aunque sea por un momento su conducta corrupta y cómplice de la delincuencia y hagan leyes que aseguren la eliminación de los que quitan la vida a otros. Ah, y al momento de trabajar en la ley, que piensen en los sentimientos de los familiares del muerto.

Leamos.

 
 

En Arabia Saudita decapitan a mujer por “brujería”

Grupo defensor de los derechos humanos describe la ejecución como “verdaderamente horrorosa” y señala un auge en la aplicación de la pena capital en ese país.

Una mujer saudita ha sido decapitada tras condenársele por practicar brujería, que está prohibida en el conservador reino del Golfo, dijo el ministro del Interior.

Ejecutaron a Amina bint Abdul Halim bin Salem Nasser el lunes en la provincia norteña de Jawf, por “practicar brujería y hechicería”, dijo el ministro en una declaración dada a conocer por SPA, la agencia de noticias estatal de Arabia Saudita.

El ministro no dio más detalles de las acusaciones por las cuales se condenó a la mujer.

El diario Al-Hayat, con sede en Londres, citó a un miembro de la policía religiosa saudita quien menciono que [la condenada] Nasser tenía unos 60 años de edad. El funcionario alegó que la mujer engañaba a la gente para que le den dinero, afirmando que podía curar sus enfermedades.

Según el informe, ella aparentemente cobraba $800 por sesión.

Amnistía Internacional dijo que esta decapitación elevaba a 73 el número de ejecuciones practicadas este año en el reino saudita. Otra mujer fue decapitada en octubre por matar a su marido incendiando la casa de él.

“Verdaderamente horroroso”

Amnistía Internacional condenó la ejecución del lunes como algo “verdaderamente horroroso” e invocó urgentemente a Arabia Saudita a poner fin a esta práctica.

“Las acusaciones de ‘brujería y hechicería’ no están definidas como delito en Arabia Saudita”, dijo Philip Luther, director interino de Amnistía Internacional para el Oriente Medio y África.

“Utilizarlas para someter a alguien a una pena de ejecución cruel y extrema es verdaderamente espantoso”, añadió en una declaración, que subrayó la “necesidad urgente” de poner fin a las ejecuciones.

En Arabia Saudita la violación, el asesinato, la apostasía, el robo a mano armada y el tráfico de drogas son, todos ellos, punibles con pena de muerte.

Arabia Saudita es una monarquía absoluta que no tiene código penal. Su ley se basa en una forma de la sharía, ley islámica, tal como la interpretan los jueces del país.

Amnistía Internacional ha informado que en 2010 Arabia Saudita ejecutó a 27 sentenciados, que se compara con las 67 del año anterior. Luther describió el creciente número de ejecuciones como algo “profundamente preocupante”.

Muchos de los que fueron ejecutados no tuvieron abogado defensor y no se les informó acerca de los procedimientos judiciales que se seguía contra ellos, según Amnistía Internacional.

“Aunque no sabemos los detalles de las acciones por las cuales las autoridades acusaron a Amina, en Arabia Saudita a menudo se ha recurrido a la acusación de brujería para castigar a la gente, tras juicios que generalmente son injustos, por ejercer sus derechos de libertad de palabra o de religión”, dijo Luther.

A comienzos de mes Amnistía Internacional acusó al rico reino petrolero de seguir una campaña de represión contra personas que protestan y reformistas, desde que la “Primavera Árabe” estalló hace 12 meses.

El grupo defensor de los derechos humanos dijo que Arabia Saudita estuvo entre los pocos estados que en diciembre [de 2010] votó contra una resolución de la ONU que pedía una moratoria internacional de las ejecuciones.

AlJazeera, 13-12-2011

http://www.aljazeera.com/news/middleeast/2011/12/2011121302059182183.html

 

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