Jans Erik Cavero Cárdenas; Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Después de la Conferencia Internacional Antidrogas, realizado en el Perú el pasado 25 de junio, todo hacía suponer que la problemática del narcotráfico, uno de los flagelos que azota al VRAE, por fin sería encarada eficiente y eficazmente. Sin embargo, la reciente aprobación del Decreto Supremo 074-2012-PCM confirma la hipótesis de que el Perú carece de directivos públicos capaces de formular políticas antinarcóticas.

 

Además del narcotráfico, existen otros problemas conexos que hacen del valle una zona de pobreza, atraso, postergación, estigmatizada por un sector mediático e ignorada por los gobiernos de turno. Para arribar a propuestas de intervención política se parte de diagnósticos errados e incompletos. Si el “cómo” no responde al “qué”, podríamos asistir una vez más al fracaso del Estado en su intento por encarar los problemas del VRAE.

El Decreto Supremo 074-2012-PCM es casi un calco del Decreto Supremo 003-2007-DE.  Las diferencias son de estilo y algunas incorporaciones de forma que no contribuyen a atacar el problema de fondo. Los considerandos de ambas normas son idénticos en un 95%; el VRAE de Jorge Del Castillo es el VRAEM de Óscar Valdés; el Grupo de Trabajo Multisectorial VRAE ahora se llama Comisión Multisectorial VRAEM; la “Secretaría Ejecutiva” ha pasado a ser “Secretaría Técnica”; el VRAE es VRAEM.

Si en el 2007 el Poder Ejecutivo adscribió la Secretaría Ejecutiva al Ministerio de Defensa, en el 2012 se adscribe la Secretaría Técnica a la PCM. Si antes el VRAE fue declarado de necesidad pública y preferente interés nacional, ahora se declara al VRAEM de prioridad nacional. Finalmente, si antes se consideraron 19 distritos de intervención, hoy se consideran 49, habiéndose incorporado 2 distritos de la Provincia de Huancayo, 3 de la Provincia de Andahuaylas, 3 de la Provincia de Chincheros, y otros tantos de las regiones Ayacucho, Cusco, Junín y Huancavelica.   

Si los gobiernos de turno fueron ineficientes en la intervención de 19 distritos del país, ¿cuán eficientes serán interviniendo 30 distritos adicionales? ¿Se puede ampliar el margen de acción cuando los resultados de la intervención pública han sido funestos? Lo peor de todo es que entre los 2 secretarios ejecutivos, Fernán Valer del APRA y Rojas Merino del Nacionalismo, no hay mayor diferencia. Ambos no tienen talla política, ni capacidad técnica, para asumir una responsabilidad de alta envergadura. Es más, Rojas Merino trabaja hoy con un equipo heredado del régimen anterior.

Más de 5 años perdidos por falta de cuadros técnicos y políticos. Basta ya de declaraciones protocolares, normas declarativas, improvisación de políticas públicas, falsas promesas gubernamentales. Si no hay factor humano, no habrá solución al problema del VRAE. Con Valdés, Calle, Urquizo, o Castilla, poco o nada se hará. Sin un plan adecuado a la realidad del valle, que ignore en su formulación a los principales actores socio político, carente de implementación real, cualquier esfuerzo será nulo. Con simples sumatorias de asignaciones presupuestales, supuestamente para desarrollar proyectos de inversión, el problema seguirá latente año tras año.

Es inconcebible, por ejemplo, que el Distrito de Pichari (Cusco) sea el centro de atención del VRAE, cuando todo el mundo sabe que la margen derecha del valle (Pichari y Kimbiri), es la zona más próspera, con mayor desarrollo, y con partidas presupuestales significativas. Partiendo de una errada lógica de desarrollo integral, se ha incorporado al Distrito de Echarate dentro del ámbito del VRAEM a pesar de que esta jurisdicción percibe por canon gasífero recursos que cualquier distrito del país quisiera tener. No sé cuan coherente resulte considerar como prioridad nacional distritos presupuestal y financieramente asimétricos.

Tampoco encuentro fundamento razonable de incorporar a todos los ministerios a la Comisión Multisectorial.  El anterior decreto ordenaba que 10 ministros, además del Premier, integren el Grupo Multisectorial; sin embargo, no hicieron nada, al menos en el VRAE - Ayacucho. Hoy, se incorpora a todos los ministros, pero ¿cuántos tienen nociones sobre la problemática del VRAEM? Ni siquiera Urquizo, que por obligación moral debería estar empapado, conoce Llochegua, Canayre, o Vizcatán.

Sobre el VRAE o VRAEM, las cosas claras y directas: Hay que dotar de agua potable, electricidad, y desagüe al margen izquierdo del valle; resulta imprescindible, además, implementar la infraestructura vial que interconecte toda la margen izquierda, desde Chungui en La Mar hasta Canayre, interconectando luego con Satipo a través del Puente “Mapiruntu”.  Estamos planteando el asfalto, no el mantenimiento rutinario, pues en esta actividad, por efecto de las lluvias, el Estado derrocha dinero.

En Octubre 2011, Walter Acha planteó, mediante un proyecto de ley, el asfalto de toda la margen derecha del VRAE. El Ejecutivo y el Parlamento hicieron caso omiso, al punto tal que hasta hoy el proyecto no tiene dictamen. Posteriormente, el Presidente Regional de Ayacucho se subió al coche, planteando el anillo vial del VRAE. Y hoy, recién el Ejecutivo parece tomar consciencia de la situación.