sebastian pinera ollanta humala 2Por Rocío Ferrel

 

A menos de una semana que con todo desparpajo Chile desconoció en La Haya el Tratado de 1929 y el Punto Concordia con el afán de consumar el latrocinio de cerca de cuatro hectáreas de tierra tacneña y su correspondiente proyección al mar al cambiar este punto por el hito 1, el presidente Ollanta Humala lanza señales de afecto a Chile en lugar de exigir respeto para nuestro país.


Se quita la careta y muestra que es en realidad prochileno

Cuando estaba en campaña electoral, Humala viajó a la frontera sur y constató que Chile estaba usurpando ese triángulo y lo denunció, sin que el entonces mandatario Alan García exija a Chile el retiro de esa tierra peruana, pues esa invasión es un acto de guerra.

 

Una vez en el poder, Humala ni siquiera ha ido a la ONU, ni a la OEA a denunciar esta conducta de Chile, violador contumaz del derecho internacional*, para alegría de los chilenos, que se hacen pasar ante el mundo como país civilizado y les gusta hablar de la “practica”, entendiéndola como que si el latrocinio o usurpación dura años, ya tiene que ser posesión, soberanía y territorio propio, como lo acaban de demostrar sin rubor en su argumentación en la Corte Internacional de Justicia de la Haya, donde le Perú los demandó para recuperar el mar que Chile usurpa.

 

Siendo candidato, Humala también calificaba (correctamente) de “inmoral” la política de "cuerdas separadas" practicada por el entonces presidente Alan García, quien pese a la invasión chilena de mar y tierra no le importaba que Chile avance en su asimétrica presencia en la economía peruana, beneficiosa sólo para Chile (ver Ollanta Humala: no hay política exterior institucional) y se unió a las voces que cuestionaron el inconstitucional TLC con Chile.

 

Ahora tampoco se acuerda de que en campaña cuestionó la traidora entrega del aeródromo de Collique a la codicia de las empresas constructoras, afectando la seguridad nacional, y que su propio partido luchó por su intangibilidad, pues la donación del terreno la efectuaron los ciudadanos peruanos sólo para fines de Escuela de Aviación Civil (ver Piden declarar intangible Aeródromo de Collique). Mucho menos se ocupa de la corrupta entrega de los cielos abiertos a Chile y Lan-Latam.

 

Cuando era candidato criticó la instalación en la Escuela Naval del Perú del busto del hampón chileno Arturo Prat, que pereció intentando asesinar al héroe Miguel Grau. Siendo militar, ahora lo tolera.

 

tubo camisea 2Gas

No obstante, una vez en el poder se olvida de estas proclamas y promesas, que debería cumplir, porque son compatibles con la hoja de ruta que firmó. En ninguna parte de la hoja de ruta se señala que el gobierno debe ser prochileno atentando contra los intereses peruanos y menos que incumpla la Constitución al no defender el territorio peruano.


Parece que ahora que los prochilenos Mario y Álvaro Vargas Llosa le ayudaron en la campaña se olvida de los peruanos para someterse a los deseos de estas dos personas que poco tienen de identificación con el Perú y más bien juegan partidos por Chile.

 

Al igual que Mario (ver Gas: otra novela de Vargas Llosa) Álvaro se desespera porque el Perú venda gas a Chile, país que busca minar el futuro energético peruano, lo cual fue advertido por el Colegio de Ingenieros del Perú (ver Histórico pronunciamiento del Colegio de Ingenieros), institución calificada para hablar de esta materia, y no dos seres serviles a Chile, como este par. En el caso de Álvaro, dada su frivolidad y corto alcance mental, todo hace pensar que los chilenos le prepararon el artículo traidor sobre La Haya, para que él lo firme cual mercenario.

 

Nuestras reservas de gas son limitadas: dudosamente alcanzan para 20 años, lo cual es más preocupante porque en el caso del petróleo la producción es insuficiente y tenemos que importar una parte de lo que consumimos. Así, la exportación del gas pone en riesgo nuestro desarrollo y futuro. Los agentes chilenos dicen que Venezuela vende gas y petróleo y que por eso debemos exportar; pero ese país, igual que Rusia, tiene reservas de gas y petróleo para unos 200 años incluyendo la exportación, por eso pueden estar tranquilos exportando, no el Perú. La exportación de gas también afectaría al Perú si se realiza de forma indirecta, quemando nuestro gas para convertirlo en electricidad barata para vender a Chile, país que puede conseguir energía de otras fuentes, pero quiere gas para abastecer a Codelco, principal empresa en financiar el armamentismo chileno contra el Perú.

 

Chile no tiene los recursos naturales que el Perú posee, los cuales no podemos dilapidarlos alegremente. No se puede hablar de “integración” cuando un socio tiene recursos y el otro no; eso sólo es parasitación del socio que carece de recursos, que es Chile, cuyos tratos con el Perú actual están marcados por la aquiescencia de corruptos peruanos. Cuando se acabe el gas los Vargas Llosa se reirán si perpetramos esa traición y tal vez gocen de algún premio de Chile, pero nosotros haríamos grave daño a nuestro desarrollo y al bienestar de las próximas generaciones.

 

Debemos utilizar nuestros recursos naturales con una política de Estado que priorice el desarrollo de nuestro país sin extractivismo bruto, sino con generación de valor agregado y empleo de calidad para los peruanos y preocuparnos del Perú; nada nos obliga a solucionar los problemas energéticos de un país enemigo que nos está robando tierra y mar y se burla de los tratados.

 

Dignidad

Con este comportamiento ya no sólo por los hechos, sino por sus declaraciones ante los tribunales, Chile demuestra una vez más que no respeta los tratados, por tanto, debemos poner fin al TLC con Chile, porque sólo favorece a ese país y porque en su texto contempla la posibilidad de que basta que una de los dos países lo denuncie para que ese TLC quede roto.

 

Ese TLC no nos conviene porque el Perú no puede abrir bancos en Chile, Chile sí puede abrirlos en el Perú, Chile no permite barcos extranjeros pescando en su territorio; el Perú sí. El Perú exporta materia prima a Chile y pocos productos con valor agregado, que no dan trabajo de calidad a los peruanos, Chile trae la producción de sus industrias de baja calidad para abastecer las tiendas chilenas en el Perú, afectando así al desarrollo industrial peruano. Tampoco podemos hablar de punto favorable a nosotros por el hecho de que haya miles de peruanos trabajando en Chile, porque son discriminados, mal pagados y la mayoría ocupa los trabajos más menospreciados, como servicio doméstico o albañilería; sin embargo, el embajador prochileno en Chile, Carlos Pareja, quiere presentar esa cantidad de peruanos en Chile como algo beneficioso para el Perú.

 

El mandatario peruano debe acordarse de que es peruano y también acordarse de la palabra dignidad, que tanto utilizó en campaña, porque es indigno de un peruano comportarse como él lo hace en el cargo más importante de nuestro país.

 


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* Como muestra de la contumaz violación del Derecho Internacional de Chile tenemos:


—Durante la guerra de 1879, Chile violaba la Convención de Ginebra al asesinar a los heridos peruanos, mientras que, por el contrario, Miguel Grau si respetaba la Convención de Ginebra y rescataba a los náufragos chilenos y los mantenía prisioneros sin asesinarlos.

—Viola el Tratado de Ancón de 1883, pues se negó a realizar el plebiscito previsto en el tratado para realizarse en un plazo máximo de 10 años, para decidir los destinos de Arica y Tacna. Chile nunca cumplió con la realización del plebiscito y se dedicó a perseguir y a asesinar a los peruanos de Tacna de Arica, para que al momento del plebiscito haya pocos peruanos. Los chilenos que ocupaban Arica y Tacna hasta prohibieron cantar el himno nacional a los peruanos y asesinaban a los maestros que enseñaban el himno nacional peruano y la Historia del Perú. Ante la no realización del plebiscito posteriormente se acordó que Tacna se quedaba como parte del Perú y Arica se anexaba a Chile.

 —Viola el Tratado de 1929 al desconocer que el inicio de la frontera es el punto Concordia, en la orilla del mar. Tampoco construye el muelle como estipula el tratado, ni en el lugar ni con las dimensiones acordadas hasta la fecha. Viola la Convención de Otawa al haber colocado minas antipersonales homicidas en la frontera.

 —Violó su condición de garante del Protocolo de Río vendiendo armas a Ecuador en pleno conflicto de este país con el Perú.