Buitres cocinan faenón con radioterapia en Essalud

El problema de radioterapia para el tratamiento de los pacientes con cáncer en la Seguridad Social data de más de 20 años. Una serie de parásitos aprovechan de esta enfermedad para enriquecerse desde la gestión de Luis Castañeda Lossio (1990-1995), colocado al frente de Essalud (entonces IPSS) por el delincuente Alberto Fujimori.

 

 

Castañeda encontró un único aparato de cobaltoterapia, tecnología trasnochada en el hospital Rebagliati y otro en Arequipa.

Estos aparatos de cobaltoterapia usan "pastillas" radiactivas que se van desactivando en el tiempo. Por ejemplo un tratamiento de 2 minutos, se puede convertir, para maltrato del paciente, en una larga sesión de 30 y 40 minutos cuando la pastilla está debilitada. Entonces la pastilla debe cambiarse, lo cual es riesgoso por convertirse en basura radiactiva.


Por años el hospital sufrió enormemente porque se juntaban los pacientes cuando la pastilla estaba senil y al mismo tiempo surgían en el mundo los aceleradores lineales  con mucha menor toxicidad para el paciente, mayor precisión, mayor seguridad, etc.

Para los años 90 ya se tenía (después de muchos trámites) un presupuesto de 1 millón de dólares para un acelerador lineal en hospital Rebagliati.

Entró Castañeda, delfín del delincuente Fujimori a la cabeza de Essalud, y ¡de la noche a la mañana vuelven a comprar una obsoleta máquina de cobaltoterapia, lo cual equivalía a comprar un carro 0 km ¡pero del 70!

El faenón allí fue como de unos 800,000 dólares, por comprar un aparato obsoleto en lugar de un acelerador lineal con la tecnología más actual.

El cáncer aumenta como epidemia

Pero el cáncer aumenta día a día gracias a los transgénicos, el stress, la contaminación ambiental, pesticidas en los alimentos, vacunas, etc., y el hospital (centro referencial, a donde vienen la mayoría de tratamientos de radioterapia) empezó a saturarse.

El saqueo a Essalud con Castañeda

Durante la cuestionable gestión de Castañeda, con contubernio aprista, se da la primera tercerización a Luis Pinillos (ex ministro aprista) que tenía un acelerador obsoleto (poco mejor que el de cobaltoterapia) y después se suma Luis Barriga, dueño de otro acelerador en Córpac, al festival de "clientes cautivos" de Essalud.

Luis Pinillos Ashton, engreído de Alan García



Del balance en 10 años resulta que con lo gastado en esta tercerización de servicios se hubieran comprado ¡una decena de aceleradores lineales!

Por los años 2000-2002 se compraron dos aceleradores para Essalud y sólo para dar el "permiso" para el búnker se demoraron ¡unos 5 años!  (¿hasta el IPEN, que debe dar el permiso, está en la danza?).

Era interés de los corruptos demorar tanto para que el lucro con los enfermos de cáncer siguiera produciéndose en las clínicas privadas que dan este servicio, Además, ya comprada la máquina por Essalud, cada año que pasaba aumentaba la obsolescencia de ésta y la hacía menos competitiva frente a los buitres privados. Por eso convenía a los corruptos demorar la autorización de uso de la máquina comprada.

Finalmente, el año pasado se instaló un acelerador, el segundo, que está a medio uso,  porque la gerencia "no puede contratar" personal  y nuevamente la tercerización que NUNCA  fue suspendida  empieza a hincharse. Obviamente, “no pueden contratar” personal para que las clínicas privadas continúen su lucro feroz.

En el colmo de la sinvergüencería, se atrasa el inicio del tratamiento a un paciente enfermo cuando se le refiere a clínica privada de radioterapia, esto  puede durar hasta tres meses debido a los trámites engorrosos. Como es sabido, en cáncer los tratamientos deben ser urgentes, pues las células malignas se multiplican.

En estos últimos meses, Essalud forma una "comisión" enmascarada con el fin de ver "las necesidades y problema del servicio y mejorar la atención en radioterapia" para los pacientes con cáncer, cuando en realidad el propósito es debilitar más la capacidad de atención de Essalud para profundizar la privatización para el lucro voraz de las clínicas privadas.

Todos los prestadores de servicios (unos diez) hacen lobby y “combo” de servicios y se presentan como "iniciativa de la actividad privada en Essalud”, amparados en las normas de iniciativa privada promovidas por el gobierno aprista, experto en promover faenones.

Son el Grupo CIRO  y pretenden enquistarse en la parasitación de Essalud para que se les firme un contrato por ¡20 años!

No sólo eso, los precios son variables, siempre muy altos y ¡NO hay competencia!

En el colmo del abuso, los representantes de CIRO  pretenden visitar el Rebagliati (muy sigilosamente)  a ver sus intereses, a las mismas áreas donde están los aceleradores probablemente para ver cómo desde allí forman su central de comando, lo cual sólo se produciría con la complicidad de personajes dentro de Essalud interesados en estos faenones.

Lo que sucede en el servicio de radioterapia es grave, pues buscan una completa privatización, como se está dando en otras áreas de Essalud; por ejemplo, siguiendo los designios del mafioso Fortunato Canaán, los nuevos hospitales no son de Essalud, sino de asociaciones público-privadas, que los administrarán por 20 o 30 años (ver otros faenones en
Cinismo: Félix Ortega  acusa a plan de Humala de robo).

¿Qué hacer de urgencia?

Debe formarse una comisión investigadora en el Congreso, antes de que se firmen los contratos, pues los corruptos, sabiendo que se les acaba el tiempo (el presidente ejecutivo es nombrado por Alan García), buscan perpetrar faenones con duración de décadas para desgracia de los pacientes, en especial los de cáncer.

Essalud debe comprar sus máquinas, inclusive recurriendo a endeudamiento, sabiendo que lo invertido será recuperado rápidamente y fortalecerá a la institución.

Debe ponerse freno a la construcción de hospitales que no son de Essalud y sólo buscan parasitar a esta institución, así como dividir a los trabajadores precarizando el empleo.

Todos los gremios y asociaciones, sindicatos que representan a médicos, enfermeras y otros trabajadores, así como los representantes en el directorio  (de la CGTP y CTP), son cómplices de la privatización de Essalud, pues son aprofujimoristas y desean que se cumpla la privatización que conduzca a la quiebra de Essalud, como sucedió en Colombia.