corazonLa ciencia moderna ha verificado lo que creían los antiguos sobre el corazón: que el corazón es un centro de sabiduría superior. En realidad puede recordar cosas y funciona de modo muy semejante al cerebro.

La estructura del corazón es semejante a la del cerebro: tiene una intrincada red de neuronas, neurotransmisores, proteínas y células auxiliares.

“Hay un cerebro en el corazón, metafóricamente hablando”, dijo el Dr. Rollin McCraty del Instituto HeartMath, una organización sin fines de lucro que ofrece tratamientos basados en la conexión entre el corazón y el cerebro. “El corazón contiene neuronas y ganglios que cumplen la misma función que los del cerebro, tales como la memoria. “Es un hecho anatómico”, dijo.

“Lo que la gente no sabe tan bien es que el corazón realmente envía más información al cerebro [que el cerebro al corazón],” añadió.

El Dr. J. Andrew Armour acuñó en 1991 el término “corazón cerebro”; también llamó “pequeño cerebro” al corazón.

Según la Escuela de Medicina de Harvard, las “conversaciones” químicas entre el corazón y el cerebro afectan a ambos órganos. La depresión, el estrés, la soledad, una actitud positiva y otros factores psicosociales influyen en el corazón, [para mal o para bien]. La salud del corazón también puede afectar al cerebro y la mente.

Con el avance de la neurocardiología (estudio de la conexión entre el cerebro y el corazón), los investigadores han descubierto que las emociones negativas producen ritmos cardíacos y patrones de ondas cerebrales sin adecuada sincronía.

Las respuestas de estrés, por ejemplo, pasan su factura al cuerpo, contribuyen a la hipertensión arterial, al desarrollo de placas que obstruyen las arterias y a cambios en el cerebro que pueden contribuir a la ansiedad y depresión, según la Escuela de Medicina de Harvard.

Por el contrario, cuando una persona experimenta emociones positivas, los ritmos del corazón y los patrones de las ondas cerebrales son armoniosos y coherentes.

Traducción por Con nuestro Perú de

Sorendreier.com, 28-11-2013

http://sorendreier.com/mysteries-of-the-heart/


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