Wong, supermercados y la seguridad alimentaria en el Perúalimentos verduras
Wong ha cerrado un eslabón muy peligroso


La seguridad alimentaria es un tema que los países desarrollados manejan con cuidado. ¿Qué pasa en el Perú? Tras la venta de Wong, Chile está copando la totalidad de las cadenas de tiendas comerciales y supermercados, sumados a la adquisición paulatina de terrenos de producción alimentaria y de cadenas de compra de cosechas para alimentos destinados a las ciudades.

Lamentablemente, la miopía (o lo que sería lo peor, el pago bajo la mesa) del gobierno aprista ha regalado a Chile un TLC que ha firmado en secreto, secreto que resulta más que sorprendente conociendo la labia no sólo verbal, sino escrita de Alan García, que se desespera por hablar de toda clase de asuntos.

La única explicación para el secreto es que este TLC con Chile es lesivo a los intereses del Perú, como bien lo han señalado economistas como Alan Fairlie, además de personajes de la política, cuyos análisis publicamos en nuestra sección Economía y Actualidad.

Este TLC y operaciones financieras desestabilizadoras de las seguridad del país, con la compra del a cadena Wong, son una de las razones por las cuales el prochileno gobierno aprista, traicionando sus promesas electorales, se niega a cambiar la Constitución delincuencial impuesta por el corrupto dictador Alberto Fujimori, que permite desafueros políticos, económicos y diplomáticos en detrimento del estado peruano y para beneficio de las fortunas personales de los políticos al servicio de Chile.

Seguridad alimentaria

¿Qué pasaría si se desata un conflicto con Chile? Esta posibilidad no tendría por qué sorprendernos, y más nos vale que no nos coja desprevenidos, viendo la forma desenfrenada en que Chile se arma y refuerza sus posiciones cercanas a su frontera norte, es decir, cercanas al Perú.

Una de las posibilidades es que los dueños de cadenas de supermercados (y sus complementos, como las cadenas de compras de cosechas y de productores agrícolas) , que ahora ya son todos chilenos, se pongan de acuerdo para no vendernos alimentos; tranquilamente podrían cerrar sus tiendas, subir los precios o exportar la producción para crear caos alimenticio en el Perú, lo cual debilitaría nuestro esfuerzo de guerra ante una posible agresión armada del país delincuente que usurpa Arica, Tarapacá, parte de Tacna y más de 37 mil kilómetros cuadrados de mar.

La traición china, ancestros de la familia Wong

Recordemos que durante la Guerra del Pacífico los chinos en el Perú traicionaron a nuestro país y se pasaron al bando chileno. Ahora la historia se repite en la guerra económica, los chinos se pasan al lado del país enemigo. Wong ya está del lado del enemigo y punto. En el siglo XIX hubo algunas familias peruanas que no se portaron bien con los chinos, pero ahora la colonia china sólo ha recibido el apoyo de la clientela peruana.

Con Nuestro Perú invita a los consumidores peruanos a optar por adquirir sus productos en bodegas y mercados peruanos. Hay algunas razones más:

  • Los supermercados están empleando productos cancerígenos (probados hace décadas, y que recientes estudios demuestran que siguen siendo la causa más importante de cáncer de colon y próstata, entre otros) para mantener el color rojo y la lozanía de las carnes que venden.
  • No hay control en la fumigación de las menestras, que pueden contener exceso de pesticidas. Hay que tener en cuenta que el chileno desprecia al peruano y no les interesaría saturar de pesticida los granos para asegurar el envenenamiento paulatino de los peruanos, que además aseguraría que sus granos no se pierdan con los insectos o roedores.
  • Las verduras son rociadas con químicos para mantenerlas frescas. Pruebe usted comprar una y verá que difícilmente se pudre, como antes, no se pudre, sino que se seca.
  • Por complicidad de las autoridades peruanas de los sectores agricultura y salud, almacenes chilenos, como Tottus y ahora Wong, expenden verduras exóticas, por ejemplo, coles de diversos colores, hortalizas enanas, entre otras, sin ninguna indicación que permita saber al traicionado consumidor peruano si estos productos son así por su naturaleza o son resultado de manipulaciones genéticas (transgénicos), peligrosísimas para el ser humano.


Las tarjetas de crédito


Además, cadenas como Ripley y Saga (que ahora son bancos), el banco del Trabajo realizan prácticas inmorales, usureras y extorsivas antes, durante y después de la captación de sus clientes. Estas cadenas de tiendas promueven el uso de tarjetas de crédito que los seguirán enriqueciendo a costa del engaño y maltrato a peruanos (leer ¿Víctima del ataque psicológico de las tarjetas de crédito?).

Este problema de la seguridad alimentaria se agrava mucho más teniendo en cuenta que a las cadenas de alimentaos se suman las cadenas de farmacias controladas por los chilenos (Fasa, Inkafarma, BTL), capitales que son quinta columna de una no remota invasión militar chilena, que terminaría por consolidar el desproporcionado dominio económico que en el Perú tiene Chile, país delincuente.