contra TPPGermán Alarco Tosoni

Se trata de las siglas en inglés del Acuerdo de Asociación Transpacífico que están negociando 12 economías: Australia, Brunei, Canadá, Chile, EE.UU., Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. Si bien la idea de esta agrupación surgió en 2005, esta se potenció cuando EE.UU. decidió ingresar en 2008. El gobierno anterior propuso la entrada del Perú, la cual se aceptó en 2009. A la fecha, según el Mincetur, se han realizado 18 rondas de negociación hasta 2013 y 9 mini rondas en 2014. Sin embargo, la información sobre los acuerdos parciales es mínima, incluida la relativa al tema más sensible de la propiedad intelectual y su impacto sobre el sector Salud.

 

La primera observación que surge es la pertinencia de establecer un acuerdo comercial sin China, primera potencia comercial del mundo y primer socio comercial de los EE.UU., Perú y de otros miembros de esta futura asociación. Sin China, el TPP parecería más un esfuerzo geopolítico para restablecer una visión unipolar del poder mundial. Llama también la atención la ausencia de otras economías asiáticas como Corea del Sur, Filipinas e Indonesia. Un segundo tema importante es que muchos de los países de esta asociación ya tienen acuerdo con los otros. Chile por ejemplo los tiene con todos los otros miembros, mientras que al Perú solo le faltarían los convenios con Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei y Vietnam, que podrían trabajarse bilateralmente. Se señala también que un tratado conjunto eliminaría las ventajas alcanzadas de los tratados bilaterales previos. Por ejemplo, las ganancias obtenidas con Japón en cuanto a productos agrícolas se podrían afectar negativamente al incorporar a Australia, Nueva Zelanda y Malasia.

El tema más sensible es el relativo a las nuevas reglas de propiedad intelectual que afectaría sobre todo a la salud. En lo concreto se ampliaría la vigencia de las patentes, se establecerían patentes para métodos de diagnóstico y tratamiento, se limitaría la oposición a patentes, se ampliaría el periodo de protección de datos, se incorporarían productos biológicos, entre otros. Todas estas perpetuarían monopolios y limitarían la producción y comercialización de medicamentos genéricos más económicos en beneficio de toda la población. En el TPP hay otros elementos negativos relativos a los derechos de propiedad en Internet, endurecimiento de las normas sobre inversiones y solución de controversias.

Es hora de que el gobierno muestre sus evaluaciones sobre los ingresos adicionales y costos marginales de participar en el TPP. Una evaluación somera nos indica que el resultado no sería positivo en términos de bienes, servicios e inversiones. El balance negativo del TLC con EE.UU. luego de cinco años es una prueba en contra de este acuerdo.

Diario Uno, 13.03.2015

 

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