El último miércoles 15 de marzo la Reserva Federal estadounidense (FED en sus siglas en inglés) subió finalmente su tasa de referencia por primera vez en el año, aunque fue la segunda alza en tres meses y la tercera desde diciembre de 2015, en una movida ampliamente anticipada por los mercados. Paradójicamente, al mismo tiempo el dólar se ha debilitado a nivel mundial.
Tasa FED e Índice Dólar: Mar'13 - Mar'17
Fuente: Thomson Reuters EIKON
El dólar suele fortalecerse por el trasfondo económico positivo para ese país, así como por su efecto financiero sobre los flujos de capitales mundiales (el dólar, al ser más rentable, atrae fondos). Cabe preguntarnos entonces ¿por qué ocurre este debilitamiento del dólar frente a otras monedas?
¿Cuál es el contexto macroeconómico?
Mucho se ha hablado sobre el contexto económico estadounidense. Este país viene mostrando una recuperación lenta aunque aparentemente segura ya desde hace algunos años, con signos palpables como una reducción constante en la tasa de desempleo y un avance en la inflación. En este sentido, los agresivos planes de estímulo del presidente Donald Trump reforzaron la solidez esperada para la senda de recuperación económica del país.
En esa coyuntura, los analistas en general estimaban que era bastante probable que el banco central estadounidense subiera sus tasas de interés este año en tres o más veces, más de lo que habían estimado previamente para este año (2017). Sin embargo, la FED en su comunicado del miércoles dejó entrever que no aceleraría el ritmo de incrementos en las tasas, y que algunos de sus funcionarios mantuvieron sus perspectivas de sólo dos aumentos más de la tasa este año y otros tres en el 2018. El efecto de ello fue contener las presiones apreciatorias del dólar.
Es necesario tomar en cuenta también que la moneda estadounidense se fortaleció fuertemente a nivel global ya desde junio de 2014, con el índice Dólar yendo desde los 80 puntos a un nivel cercano a los 100 puntos. El más reciente repunte del dólar se dio a inicios de noviembre de 2016, luego de conocerse la elección de Donald Trump. De este modo, podríamos estar viendo una corrección a la baja (debilitamiento) del dólar a nivel global luego de un largo periodo de sobrerreacción de los mercados frente al valor de dicha divisa, fenómeno relacionado a su vez al exceso de liquidez global.
A nivel local
A nivel local, vemos cómo el sol peruano viene fortaleciéndose, lo que sumado a un exceso de liquidez global ha incidido en flujos de inversión desde el exterior hacia nuestra economía (así como a otros emergentes con similares características).1 Si bien el crecimiento del país se viene desacelerando, lo que trae consigo el deterioro de algunos indicadores, aún mantenemos fundamentos sólidos como son una buena posición fiscal (déficit contenido y baja deuda externa) además de un nivel importante de nuestras reservas internacionales. Además, los términos de intercambio han mejorado, y no hay duda de que éste indicador continuará siendo clave para nuestra economía (es otro fundamento importante).
Debido al mejor comportamiento de los precios de los metales, los términos de intercambio se han visto favorecidos en el último año, incidiendo (junto con un mayor volumen exportado de productos mineros) en un mejoramiento de nuestra balanza comercial y de la cuenta corriente. Los términos de intercambio son el ratio entre los índices de precios de exportaciones y de importaciones. De este modo, un aumento en este ratio implica un mejoramiento relativo de los precios de nuestras exportaciones frente a los de nuestras importaciones. Una situación que afecta positivamente nuestro desempeño económico. La importancia de los términos de intercambio puede verse claramente si la comparamos con la tasa de crecimiento económico del país. La relación es clara y estrecha, y lo es más aún entre los términos de intercambio y la inversión privada, según se muestra en el siguiente gráfico.
No es de extrañar, pues, que la evolución del tipo de cambio siga de cerca a la cotización del cobre, producto cuyo valor exportado en el 2016 representó el 47% de exportaciones mineras y el 28% de las exportaciones totales. Al ser el cobre uno de los productos peruanos que más demanda del exterior tiene, se convierte en el principal determinante de los términos de intercambio.2
Adicionalmente, el posicionamiento en dólares del sistema financiero (medido a través del saldo neto —compras menos ventas— de forwards y swaps cambiarios) se ha reducido si lo comparamos con los resultados obtenidos los dos años previos, lo que refleja un bajo apetito por dólares.3 Una situación que incide también en el fortalecimiento del Sol.
Conclusiones y perspectivas
De lo expuesto en el presente artículo, tenemos que la reciente depreciación del dólar a nivel global responde a una corrección de su precio. En años anteriores el dólar se habría fortalecido más de la cuenta, por una sobrerreacción de los mercados gatillada por un exceso de liquidez global, y ahora estaría corrigiendo a la baja. Mientras tanto, la apreciación del sol (y otras monedas latinoamericanas) frente al dólar estaría influenciada también por la mejora en los términos de intercambio.
No podemos dejar de mencionar que la evolución del precio del cobre (así como otros metales industriales) se relaciona también (entre otros factores) con la expectativa generada por los anuncios de Trump acerca de un agresivo plan de inversión en infraestructura para Estados Unidos. De este modo, a futuro, el probable fortalecimiento de la economía estadounidense generada a partir de los planes de su actual gobierno tendría dos efectos contrarios sobre nuestros fundamentos y sobre la cotización del sol, así como las monedas de otros países emergentes. Por un lado, una evolución positiva de los precios de metales mejorarán nuestros fundamentos, pero al mismo tiempo las mayores tasas de interés en dólares en Estados Unidos fortalecerá dicha moneda a nivel internacional, en tanto influirán en mayores flujos de capitales hacia dicho país, en búsqueda de mayores retornos. Esta combinación de factores viene incidiendo en expectativas de un sol menos depreciado a futuro.
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1 El Instituto Internacional de Finanzas (IIF) refirió en marzo que la llegada de capitales hacia emergentes, en general, se incrementó en los primeros dos meses del 2017, y estimó de manera preliminar que atrajeron en conjunto US$ 9,200 millones, con flujos robustos hacia Brasil, Rusia y Turquía.
2 Un mejoramiento en el precio del cobre mejora nuestra balanza comercial, nuestra cuenta corriente e incide además en la inversión privada y el crecimiento económico del país.
3 Si el saldo compras–ventas es positivo, como lo fue entre mayo de 2015 y octubre de 2016, ello implica que las compras a futuro de dólares son mayores que las ventas, lo que se traduce en presiones de demanda para dicha divisa.
ASBANC Semanal, 20.03.2017