Debido a la alta informalidad laboral.

Estamos por debajo del promedio a nivel de la Latinoamérica que alcanza el 29% de los jóvenes aportantes.

A agosto de este año se ha identificado que el 75% de los jóvenes trabajadores peruanos no aporta a un sistema de pensiones, cifra que revela un alto grado de informalidad laboral en el país, informó el Instituto Economía y Desarrollo (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima.

"Hablamos de unos 2,4 millones de jóvenes trabajadores de hasta 25 años, cifra muy superior a los 468.923 jóvenes que cotizan en el sistema de pensiones (25%), lo que nos ubica por debajo del nivel promedio de Latinoamérica (29%)", precisó César Peñaranda, director ejecutivo del IEDEP-CCL.

El economista explica que estos jóvenes por lo general tienen una baja formación, y un número considerable de ellos son mujeres, quienes a largo plazo acumularán menos años de empleo formal que los hombres y que, por tanto, tendrán menor oportunidad para acceder a una pensión de jubilación adecuada. Es un riesgo potencial de mayor pobreza en los próximos años.

En el país hay 339.923 jóvenes trabajadores que cotizan en el Sistema Privado de Pensiones (SPP) y se estima que 129 mil lo hacen al Sistema Nacional de Pensiones (SNP).

La Población Económicamente Activa Ocupada (PEAO) congrega a 16 millones de trabajadores donde el 50,6% aporta a un sistema de pensiones en el país, es decir 8,1 millones de aportantes.

Al respecto el IEDEP ha identificado los problemas que afectan al sistema privado de pensiones. El primero se debe a los cambios en la legislación de las AFP, que han creado un riesgo potencial para los que retiren parte de su fondo de pensiones, y que puede dejar desprotegida a la persona cuando requiera de una pensión si no tiene mayor educación financiera pues sus recursos podrían ser mal utilizados.

El segundo problema está referido al escaso número de afiliados debido a la alta informalidad que existe en el país, y que está asociada principalmente a la baja productividad del grueso del universo empresarial (micro y pequeña empresa) y de los trabajadores, que impide la generación de empleos e ingresos adecuados. "Por ello, al margen de los ajustes al sistema vigente, lo urgente es priorizar el incremento sostenido de la productividad de los agentes económicos para reducir la informalidad", anotó César Peñaranda.