Oculta en el seno del Arsenal Redstone del Ejército de EE.UU. la empresa Raytheon está ensamblando misiles para buques de guerra estadounidenses en el Pacífico.

La empresa es una corporación industrial y uno de los mayores contratistas de defensa militares de EE.UU. Está produciendo actualmente alrededor de 20 variantes de Misiles Estándares (SM, en inglés) al mes, que componen una parte clave del sistema de defensa antimisiles balísticos Aegis fabricado por Lockheed Martin.

Esta compañía —en el Arsenal Redstone, en Huntsville, en Alabama— está fabricando misiles SM-6 y los SM-3 de mayor alcance, destinados a reforzar la defensa de EE.UU. contra un posible ataque con misiles balísticos de Corea del Norte, según recoge este sábado la televisión estadounidense CNBC.

Raytheon comenzará pronto a producir una versión de próxima generación del SM-3, llamada Block II-A, capaz de viajar aun más lejos y más alto para interceptar con mayor facilidad un misil balístico de alcance intermedio. La compañía no comenzará a entregar el Block II-A a EE.UU. y a Japón hasta el próximo año.

Justamente esta semana, los comités de defensa del Congreso estadounidense autorizaron un plan de gastos de defensa de 700 mil millones de dólares para el año fiscal 2018.

Mientras que la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA, por sus siglas en inglés) aun debe ser aprobada por ambas cámaras del Congreso y luego firmada por el presidente de EE.UU., Donald Trump, la legislación incorporó un mayor presupuesto para la defensa contra misiles, incluida la solicitud de última hora de la Casa Blanca de agregar 4 mil millones de dólares para mejorar el programa de misiles con el fin de “contrarrestar la amenaza de Corea del Norte”.

Entre las solicitudes se encuentran 16 interceptores SM-3 Block II-A adicionales. “Es un tipo de renacimiento de los misiles”, dijo Tom Karako, investigador principal del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, en inglés) y experto en defensa antimisiles.

El aumento del presupuesto militar estadounidense se produce en momentos de gran tensión en las relaciones de EE.UU. y Corea del Norte. Washington no ha descartado el uso de “todas las opciones” para detener el programa nuclear y balístico de Pyongyang, e incluso para derrocar al actual Gobierno norcoreano.

Corea del Norte, a su vez, asegura que seguirá con su enfoque de producción de armas nucleares en legítima defensa, “a menos que la política hostil de Estados Unidos hacia Pyongyang se elimine de una vez por todas”.

 

Hispantv, 11.11.2017