En segunda vuelta, los chilenos decidieron elegir presidente de su país al cobarde pega-mujeres Sebastián Piñera, lo cual dice bastante de las costumbres de ese país, que no solo tolera que un rico pegue a su empleada, sino que lo encumbre al cargo más alto.
Como se recuerda, Piñera aprovechó de su condición de accionista principal de Lan Chile (ahora LATAM) y cuando una azafata se tropezó con su pie en el pasillo del avión, este energúmeno arremetió contra ella y le dio tan feroz pisotón que le fracturó los huesos del pie. No contento con ello, el entorno de la empresa la acosó hasta conseguir que se suicide (ver Sebastián Piñera, cobarde pega-mujeres).
Ahora ese sujeto, Piñera, superó por cerca de 10 puntos porcentuales a su rival socialdemócrata Alejandro Guillier (54,5% a 45,4%), más de lo que previeron las encuestas.
Influyeron en la elección de Piñera los escándalos de corrupción que rodearon a la actual mandataria de Chile Michelle Bachelet.
Guillier dijo: "Felicito a Piñera por su impecable y macizo triunfo. Debemos aprender la lección, reconstruir una opción solidaria, basada en la igualdad de oportunidades. Hemos sufrido una derrota dura, hay que ser autocríticos. Tenemos que salir a defender las reformas en las que creemos. Vamos a hacer una oposición constructiva, debemos renovar nuestros liderazgos, olvidarnos de tantos palacios, ir a las juntas de vecinos. Me comprometo a trabajar por la unidad y renovación del progresismo. Es una noche triste pero saldremos fortalecidos".
dos".
