China ha construido un sofisticado búnker subterráneo dentro de las cuevas kársticas para proteger a las altas autoridades del país, sus subordinados, tropas y el personal militar de un posible ataque nuclear, según revela un estudio geológico.

La instalación que se extiende más de 2 km bajo tierra, ha sido construida debajo de una capa de roca inusualmente gruesa y dura, y se encuentra debajo de un parque nacional a unos 20 km al noroeste de la sede del Gobierno en el centro de Pekín, la capital.

La ultrasecreta planta nuclear militar 816 de China, situada en las Montañas Verdes, en el municipio de Choongqin (suroeste).

El refugio tiene espacio para una ciudad pequeña y tiene un suministro estable de agua potable para un millón de personas, informó el sábado el diario chino The South China Morning Post, citando al estudio.

El búnker es parte del centro de comando de batalla conjunto de la Comisión Militar Central (CMC), que se reveló al mundo en abril de 2016 cuando el presidente chino, Xi Jinping, visitó el lugar.

Aunque se desconocen los detalles sobre cómo y cuándo se construyeron el búnker nuclear y el centro, los medios de comunicación oficiales dicen que los trabajos de construcción comenzaron hace varias décadas.

Las autoridades califican el centro de comando de batalla conjunto de la CMC como el “cerebro” del Ejército chino, ya que es donde se toman las decisiones militares más importantes del país.

El gigante asiático ha construido además, otros refugios militares en todo su territorio desde la década de 1950, pero sus ubicaciones exactas están clasificadas.

Las Fuerzas Armadas de China, las mayores del mundo, están inmersas en un ambicioso programa de modernización, con reestructuración, recortes de tropas e inversión en mejoras tecnológicas y de equipos, así como adquisición de aviones furtivos y portaaviones.