El portavoz del Ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov, alerta que el diseño de los drones que atacaron las bases rusas en Siria la semana pasada era muy avanzado, lo que demuestra que los terroristas tienen experiencia y conocimientos técnicos especiales por lo que suponen una amenaza para todo el mundo.

Partes de un dron utilizado por los terroristas para atacar una base militar rusa en Siria.

“El diseño de vehículos mortíferos de este tipo requiere buenos conocimientos especiales, prácticos y experiencia de explotación de los vehículos no tripulados”, ha asegurado este jueves el portavoz en declaraciones a la prensa.

La noche del 5 al 6 de enero militares rusos frustraron un ataque terrorista con 13 drones a las bases de Hmeimim y Tartus, en la provincia occidental de Latakia, logrando destruir siete de los aparatos e incautarse del resto.

A pesar de que los materiales que integran los drones que atacaron las bases rusas en Siria la semana pasada son fáciles de obtener en el mercado libre, los que fabricaron estos aparatos realizaron una difícil tarea de ingeniería, que requería preparación especial, una gran concentración de conocimientos científicos y experiencia práctica de fabricación de aparatos de este tipo.

Esto último lo confirma el jefe de la dirección de fabricación y desarrollo de los sistemas de drones del Estado Mayor del Ejército ruso, Alexandr Novikov, quien también advierte que los explosivos que portaban los aparatos se fabrican en países determinados y de momento se está investigando dónde fueron producidas las sustancias reactivas utilizadas en el ataque.

El diseño de vehículos mortíferos de este tipo requiere buenos conocimientos especiales, prácticos y experiencia de explotación de los vehículos no tripulados”, asegura el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov.

En otra parte de sus declaraciones, Novikov detalló qué sistemas de detección y destrucción de drones instalados en las bases militares rusas de Hmeimim y Tartus permitieron frustrar el ataque.

Siete drones, explica, fueron destruidos con los avanzados sistema de defensa aérea de cañón-misil Pantsir-S, mientras que otros seis fueron desviados y capturados gracias a los equipos de guerra electrónica. Las cargas explosivas que llevaban los drones hicieron que tres de ellos se desintegraran al aterrizar.

Tras la enorme derrota de los terroristas, estos recurren a ataques desesperados. El 31 de diciembre destruyeron en un ataque con morteros unos siete aviones de guerra rusos en la base aérea de Hmeimim, en el oeste de Siria.

 

 

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