Foxley se inmiscuye en asuntos internos del Perú

Alejandr foxley
Quiere decidir qué aprenden nuestros niños
 
El canciller chileno Alejandro Foxley lanzó críticas al gobierno peruano por la decisión de imprimir millones de textos destinados a dar a conocer a los escolares la problemática del diferendo marítimo con Chile.  "Nos enteramos que el gobierno del Perú va a imprimir siete millones de textos escolares para enseñarle a los niños del Perú sobre el tema limítrofe con Chile y sobre la postura que ellos llevan a La Haya", cuestionó Foxley en declaraciones para una radio chilena.


Para completar su atrevimiento, Foxley condenó a las autoridades peruanas al decir que con actitudes como esa "queremos que los niños, que las próximas generaciones, hereden un problema que viene desde nuestros tatarabuelos" y se preguntó si  de esa manera se puede construir una América Latina y una Sudamérica "que se proyecten al mundo con fuerza, con optimismo".

Recurriendo a un doble juego, el presidente García ha reclamado insistentemente que no tolerará ninguna injerencia territorial, militar, ideológica ni económica de otro país, pero tolera a injerencia de Foxley, quien debido a que el Perú firmó en 1985 un acta para falsificar la historia de la Guerra con Chile en los textos escolares1 (pese a que no contó con la aprobación del Congreso), se cree con derecho a dictar lo que el Perú debe enseñar a los escolares.

La actitud de Foxley no es más que una parte de su plan de conquista cultural del Perú, para lo cual han empleado como caballitos de batalla a sirvientes peruanos que se han dedicado a maquillar la verdadera historia de la Guerra con Chile.2  Con ello pretende que toda la población del Perú baje la guardia y crea que Chile es un país amigo y hermano, mientras han invadido casi 4 hectáreas de tierra de Tacna, más de 37 mil kilómetros cuadrados de mar, además de haber emprendido una enloquecida  carrera armamentista.

Como vemos —y como siempre—, Alan García dice una cosa y hace otra, pues habla de no tolerar intromisiones, pero no habla sobre la usurpación de la tierra de Tacna ni sobre la injerencia de Foxley en la educación (sobre el robo de mar, García se vio obligado por la opinión pública, muy a su pesar, a presentar la demanda ante La Haya).

¿Para qué se arman, si dicen —según Foxley— que desean una América Latina que se proyecte al mundo con fuerza y optimismo? Lo único que ha hecho Chile a través de la historia (y continúa haciendo) es romper la amistad entre los pueblos sudamericanos agrediendo al Perú, Bolivia y Argentina.

La única manera de creer que Foxley dice la verdad  sería después que realice lo siguiente:
  • Deje de invadir las 4 hectáreas de Tacna y de desconocer el punto Concordia.
  • Deje de usurpar el mar peruano.
  • Reconozca los crímenes, saqueos, incendios, dinamitazos, asesinatos y violaciones de civiles y repase de heridos y pida perdón por su rapiña.
  • Destruya todos los monumentos a sus criminales de guerra y quite su nombre de avenidas, localidades, barcos y demás lugares.
  • Enseñe, con autocrítica y condene  en los colegios la verdadera historia de rapiña contra el Perú, como actos que nunca más deben repetirse.
  • Que deje de incentivar en los centros de estudios el odio y desprecio contra el Perú y el ridículo el sentimiento de superioridad de los chilenos respecto de los peruanos, tan arraigado en los estudiantes chilenos.
  • Que devuelva todas las tierras robadas e indemnice al Perú por los daños y prejuicios causados.


Si no cumple todos los puntos anteriores jamás podremos creer que Chile ha cambiado y se ha convertido en un país pacífico. En realidad sería muy ingenuo creer que cambiarán.
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1 Ver: Chile pidió cambiar textos de la Guerra del Pacífico

2 Ver: ¡Infamia contra escolares al descubierto! ¡Lavado cerebral a escolares promovido por Ministerio de Educación!