“Hay legisladores que prefieren ir a conciertos y coctelitos

En lugar de asistir cuando se debaten leyes importantes

Isaac Mekler
Mekler sostiene que es intrascendente acuerdo de la junta de portavoces para fortalecer la eficiencia del parlamento, porque normas están estipuladas en el propio reglamento del congreso.


El congresista Isaac Mekler mostró su incredulidad en el cumplimiento de las medidas aprobadas por la junta de portavoces con el fin de fortalecer la eficiencia la productividad y disciplina del poder legislativo.

Aseguró que dichos acuerdos tomados, como la publicación de nombres de los congresistas faltones y el descuento en sus haberes, no es ninguna novedad, porque ya lo estipulan los artículos 23 y 24 del reglamento del congreso, por tanto, es una medida sin trascendencia, pues sólo se necesita decisión para aplicarla.

Asimismo, dijo que si bien las asistencias al pleno y comisiones son obligatorias, recordó que un legislador no sólo tiene el deber de legislar y fiscalizar, sino que también existe el trabajo de representación, que implica ir a la localidad donde fue elegido para mantenerse en contacto con los ciudadanos de las jurisdicciones con el objetivo de conocer sus preocupaciones y necesidades, para después procesarlas según las normas vigentes, como establece el artículo 23, inciso f del reglamento.

Mekler Neiman planteó además la posibilidad de que si la junta de portavoces ha determinado que los plenos se realicen los miércoles y jueves, en estos debates se toquen temas fundamentales para la población, que hace mucho tiempo están durmiendo “el sueño de los justos”, como la ley de la nueva empresa y la ley del general del trabajo, entre otros temas de mayor trascendencia.

Sostuvo que todo este problema surgió porque en él ultimo pleno cuando se debatía la ley de la carrera judicial muchos legisladores se fueron a un coctelito en la embajada japonesa y finalmente por la noche, en la votación del caso del congresista Ricardo Pando, gran número de privilegiados congresistas prefirieron irse a la ópera de Rigoletto de Juan Diego Florez para “relajar sus mentes y espíritus”, señaló.'