Microempresas: iras y mentiras de la Valenzuela
Cecilia Valenzuela

Una iracunda Cecilia Valenzuela apareció en su programa semanal en ridícula defensa del presidente Alan García y del DL 1086 sobre la pequeña y microempresa (MYPE), haciendo suyo el argumento que pregona el gobierno: el que no tenía nada ahora tiene algo, prácticamente repetía la propaganda en la cual el gobierno está derrochando el dinero de todos los peruanos. Dada la confusión de la propaganda, hemos desarrollado este artículo sobre la microempresa y otro sobre la pequeña empresa, de donde podrá sacar sus propias conclusiones.


El caso de las microempresas

Como ejemplo, Valenzuela presentó a un microempresario que declaró que si paga beneficios completos tendría que cerrar el negocio. En realidad, para el trabajador, los cambios para la microempresa no son muy significativos, sólo ha cambiado la indemnización por despido arbitrario, que se ha reducido, y el horario de trabajo, que ha ingresado a una imprecisión en el tope semanal, sólo el número de ocho horas diarias se mantiene igual. La novedad es el subsidio parcial del estado para pagar los aportes de Essalud o SIS y pensiones.

Historia

Las facilidades para pequeñas y microempresas no es nueva, data del 5 de noviembre de 1991, cuando se promulgó el DL 705. Desde ese momento, todas las modificatorias han mantenido un régimen tributario blando y consideraciones especiales para pagar beneficios sociales recortados. Desde esa fecha el tope para considerar como tal a una microempresa se mantiene en 10 trabajadores.

Son casi 17 años de facilidades, no obstante, hasta ahora abunda la informalidad, pese a los beneficios, estas microempresas no oficializan su registro ante la Sunat o carecen de planillas donde registrar a sus trabajadores. Son estos los trabajadores que nada tienen. Sin embargo, muchas de estas microempresas cuentan con capacidad económica para registrarlos en planillas si así lo desearan, pero en ellos prima la burla a la ley.

Si hay tantas facilidades, ¿por qué pasan tantos años y no los resgistran? Por un lado, si la Sunat los inspecciona y detecta que no hay trabajadores en planilla, no es de su competencia actuar para corregir la burla a los derechos laborales. Entonces la respuesta es sencilla: el ministerio de Trabajo se mantiene con personal poco capacitado, con escaso número, y, para agravar la ineficacia, carece de las facultades coercitivas que la Sunat sí tiene.

La conclusión lógica es simple, si en tanto tiempo no se formalizaron, nada garantiza que ahora se formalicen, porque los cambios en la ley son menores, no implican un gran beneficio adicional.

La solución sin duda es dotar al ministerio de Trabajo de prespuesto, personal capacitado y legislación que le dé poderes iguales o superiores a la Sunat, porque el trabajador, siendo un ser humano, es superior al impuesto, que es el ámbito de la Sunat. Un ministerio de Trabajo débil es sinómino de explotación, situación que un gobierno justo debe cambiar. La mentalidad de explotación debe ser erradicada con educación y parte de la educación es sancionar el abuso laboral con efectividad.

La nueva norma, ¿quita o no quita algo al trabajador?


Siendo insignificantes los nuevos incentivos para las microempresas, el pronóstico es que se mantendrá el estado actual, serán pocas las microempresas que se formalicen, pues preferirán burlar la ley conocedores de que será difícil recibir un castigo efectivo de la autoridad de Trabajo.

Uno de los nuevos incentivos a las microempresas es reducir el pago de indemnización por despido. ¿Qué significa eso? Pese a que la norma dice que este DL 1086 se aplica trabajadores que todavía no están en planillas, el microempresario ahora está tentado a despedir a los pocos trabajadores de planilla de las microempresas, porque puede contratar a oros con menos gasto y así sucesivamente  reemplazará a un cholo barato  con otro más barato, ofrecido con el decreto. El que ahora tiene algo puede perder lo poco que tiene.

En cuanto al trabajador despedido, de encontrar trabajo, lo más probable es que lo encuentre en una microempresa informal, que no lo colocará en planilla. Si tiene la suerte de que la microempresa lo coloque en planilla, sus derechos serán ahora reducidos, según este DL 1086. ¿Quita o no quita derechos al trabajador este decreto? Saque usted sus conclusiones y vea si la Valenzuela lo engañó.

Otra de las razones que da la propaganda para celebrar este DL 1086 es decir que los vigilantes de viviendas podrán tener beneficios sociales si los propietarios se acogen a este decreto. La demostración de que al estado los vigilantes no le interesan es el hecho de que ni antes ni ahora se establece la obligación de que estos trabajadores tengan beneficios sociales, ni sanción por la omisión. La burla al vigilante seguirá: si la asociación de vecinos desea, se los da, cuando lo justo sería que estos beneficios sean obligatorios.


Sobre el DL 1086, recomendamos leer nuestros artículos:

DL 1086: Frankenstein que asalta al trabajador I

DL 1086: Frankenstein que asalta al trabajador II

DL 1086: Frankenstein que asalta al trabajador III

DL 1086: Frankenstein que asalta al trabajador IV