Pretenden vender el hospital Larco Herrera


La directora del Hospital Víctor Larco Herrera (HVLH), Cristina Eguiguren, denunció que el presidente del Instituto Peruano del deporte, Arturo Woodman, anunció  la futura construcción de una villa olímpica en 12 de sus 21 hectáreas, para los deportistas que arribarían a la capital, si Lima se convierte en sede de los Juegos Panamericanos 2015.


El hecho no sólo constituye una falta de respeto por la institucionalidad, pues se toman decisiones sin consultar a la directora del hospital,  ni mucho menos se ha tomado en cuenta la voluntad de Víctor Larco Herrera, filántropo que donó los terrenos sólo para la finalidad de atención de pacientes psiquiátricos. Cualquier otro uso es ilegal e inmoral.

En dicho nosocomio se atiende a más de 600 pacientes internos y 38 mil consultas al año. Más de la mitad de los internos son abandonados por sus familias, no obstante, debería ampliarse y albergar a muchos más que deambulan por las calles.

Según la doctora Eguiguren, esta pretensión confinaría al hacinamiento y estrés a los pacientes. Cabe señalar que una parte importante de sus terapias se desarrolla en el campo, donde los internos realizan labores de agricultura, crianza de animales y deportes.

Los especialistas de los países más desarrollados siempre destacan los beneficios de las labores de campo en el tratamiento de los pacientes psiquiátricos, por lo que la pretensión de recortar sus terrenos no ha tomado en cuenta criterios:
  • médicos: no consultó con la dirección del hospital
  • legales: transgrede la voluntad del testador, Víctor Larco Herrara
  • humanitarios: no tomó en cuenta el bienestar de los pacientes que requieren de este hospital ni los potenciales pacientes que se atenderían con una mejora de la infraestructura.
  • culturales: los pabellones son patrimonio histórico reconocido por el Instituto Nacional de Cultura

Los promotores de la expropiación pretenden construir 1,200 departamentos y un sector comercial para los deportistas.

Ante las críticas, Woodman señaló que "se trata solo de una posibilidad", pero ésta fue presentada a la prensa como una obra respaldada por el Gobierno y por el alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio. ¿Qué tiene que ver Castañeda Lossio con el Larco Herrera? ¿Cuál es el negocio?

Insultando a los especialistas psiquiátricos, el presidente del IPD aseguró que la villa sería usada sólo por 15 días y después pasarían a vender los terrenos para financiar otro hospital más moderno.

Silencio cómplice del ministro de Salud


Increíblemente, el ministro de Salud, Óscar Ugarte, quien se presentó como presunto izquierdista y humanista, en lugar de apoyar a la doctora Eguiguren, se declara neutral y sostiene que no  rechaza ninguna propuesta, sino que "se recoge la iniciativa para evaluar las mejores opciones".

Así que ahora el “humanismo” de Ugarte es optar por la cómoda neutralidad y que la doctora Eguiguren pelee sola con los lobbies y el poder ejecutivo que pretenden lucrar con el nosocomio. Ya conocemos entonces lo que significa el partido “humanista” que lidera Simon.

Las ONG

Una vez más comprobamos también el silencio cómplice de las ONG que dicen defender los derechos humanos, pero son sólo mercenarios para ciertos casos. Nunca se han preocupado por los enfermos mentales que dan lástima en las calles.

No obstante, estas ONG, como Foro Salud, sí están muy interesadas no en que  los hospitales del Minsa y de Essalud se fortalezcan sino en fracturar a estas instituciones y mezclarlas con el pretexto del sistma único de salud, para que empresas lucrativas ingresen a hacer dinero con la necesidad de la salud. Para su apoyo cuentan con lobbistas como El Comercio.

A Woodman lo corrieron a pedradas


Cabe recordar que Arturo Woodman acompañó al dictador Fujimori en sus correteos privatizadores sin importarle afectar los intereses de los pobladores, quienes en el norte lo corrieron a pedradas.

Arturo Woodman, ligado estrechamente al grupo Romero, sostiene muy buenos lazos con los intereses chilenos que buscan penetrar y ya hemos visto como lo han hecho con Dionisio Romero, quien se prestó a hacerles de socio para perjudicar los intereses del estado, por ejemplo, quitando los grifos a Petroperú para darlos a los chilenos, donde Romero actuó como furgón de cola. En tanto, el lobby de El Comercio hacía el coro privatizador diciendo que el estado peruano es mal empresario. Pero no dijo nada cuando los grifos fueron comprados por el gobierno chileno mediante Primax, que usó de pantalla a Romero.

Los chilenos tienen mucho interés en las inmobiliarias y son apoyados entreguistamente por García, quien sin ningún asco los recibe en Palacio. Ya hemos visto lo que sucedió con Collique. Estemos atentos a nuevos negociados.