Yehude Simon debe decir la verdad sobre su pasado en el MRTA


Una de las partes más encendidas del debate que se extendió hasta la madrugada de hoy, tras la exposición del presidente del Consejo de Ministros, Yehude Simon en el Congreso, fue la cuestión sobre el pasado de Simon y el MRTA.


El congresista fujimorista Carlos Raffo explicó que en la mañana recibió advertencias amenazadoras para que no se atreva a tocar el asunto del pasado de Simon, una de las cuales provino de Raúl Vargas de RPP, y que si lo haría, en represalia hablarían de los antecedentes de Raffo.

Raffo exhibió documentos del expediente judicial de Simon, que da cuenta de manuscritos de puño y letra de Simon, donde hacía un balance de las intervenciones del MRTA, misiva que dirigía nada menos que a Miguel Rincón Rincón, brazo derecho de Víctor Polay, máximo terrorista del MRTA, ambos condenados s 32 años por graves delitos de terrorismo.

Además, Raffo alertó sobre un proyecto de ley de Simon para amnistiar a procesados por delitos de terrorismo, a la vez que subrayó que en contraste se niega amnistía para las tropas que actuaron en la operación Chavín de Huántar.

En su intervención fue interrumpido por el inefable congresista Álvaro Gutiérrez, quien armado de una llamativa corbata rosada dirigía el debate. Gutiérrez trató de acallar a Raffo con el pretexto de que se debe discutir los planes de Simon, como si no fuesen serios los asuntos de que hablaba Raffo.

Llamativa corbata


Sin embargo, Gutiérrez violó el reglamento cuando indicó al congresita Javier Valle Riestra, quien estaba defendiendo a Simon, que su tiempo había concluido. Valle Riestra lo increpó rudamente, lo cual bastó para que Gutiérrez obedezca como un manso cordero. Reglas son reglas, si el tiempo por cada parlamentario que toma la palabra es escaso, éste debe ampliarse democráticamente para todos, pero no debe hacerse excepciones tan sólo porque Valle Riestra le lance un grito a Gutiérrez.

Más allá de las acusaciones que puedan pesar sobre los fujimoristas, los hechos no pueden dejarse de lado, como pretenden los presuntos demócratas y comodines que prefieren guardar silencio.

Prioridades


Simon llega al poder cuando hay grave crisis de corrupción y cuando hay graves asuntos que resolver. ¿Como así Simon no tuvo tiempo de preparar un plan anticorrupción, que recién ofrece terminar en 45 días y sí tuvo tiempo para presentar un proyecto de ley de amnistía para terroristas?

¿Cuáles son las prioridades de Simon? ¿A quién o quiénes defiende? ¿Quiénes lo secundan en estas pretensiones de protección a terroristas? ¿Son las ONG que dicen defender los derechos humanos las que con sus equipos de abogados, expertos en defender terroristas, pudieron preparar el proyecto tan rápido?

¿Cómo así Simon no tuvo tiempo de ocuparse de los conflictos antes de que estallen?

¿Cómo así no se ocupó de la grotesca pérdida millonaria de fondos de las AFP y de muchos otros graves problemas del país?

¿Dónde están en enfocados los intereses de Simon?

Transparencia

Al final, como burla, y como si los peruanos fuese deficientes mentales, Simon dijo que no es terrorista porque no puso una bomba. Abimael Guzmán tampoco puso ninguna bomba, sino que fue un autor intelectual, por eso está preso.

Por la salud moral de todos los peruanos, contra las pretensiones de Valle Riestra, quien sostiene que por el hecho de haber sido indultado nadie tiene derecho a tocar el expediente de Simon, es necesario que se dé las explicaciones más claras a los peruanos, pues sería un pésimo precedente y un terrible ejemplo para la juventud.

Tal vez nadie tendría derecho a tocar el pasado de Simon si este señor se dedica a actividades privadas, pero habiendo anunciado sus pretensiones de dirigir los destinos del país y ya ocupando el segundo cargo en importancia en el poder ejecutivo, Simon le debe al país amplias explicaciones sobre un hecho tan grave y que tanto dolor, muerte y destrucción trajo al Perú.

Simon debe, además, decir si se arrepiente o no de su pasado vinculado al MRTA y debería efectuar una clara condena del terrorismo, no emitir opiniones gaseosas, como que está contra la violencia y similares.