Carlos Vallejos visitó la habitación de Canaán por orden de García

El amigo del Presidente de la República y ex ministro de Salud, Carlos Vallejos Sologuren, se reunió tres veces con el mafioso Fortunato Canaán en su dormitorio, por orden del presidente Alan García, por lo cual sería llamado a declarar ante la comisión investigadora del Congreso encargada de examinar el escándalo en torno al prófugo Rómulo León Alegría y Fortunato Canaán.


Carlos Vallejos, antes de ocupar el cargo de ministro, en el Instituto de Enfermedades Neoplásicas (INEN), más que como como médico, destacá  como comprador y ostenta signos exteriores de riqueza.

Vallejos reconoció que acudió a tres citas con Canaán, donde se habló de construir hospitales, por indicación del secretario de Palacio, Luis Nava, quien  le comunicó que el presidente García había ordenado estas reuniones con el mafioso.


Los datos sobre las citas de Canaán con Vallejos salieron a luz de la computadora del prófugo Rómulo León, que contiene detalles sobre citas en la habitación del hotel, en los ministerios y en oficinas particulares.

Tenemos pues que el mismo Presidente de la República ordenaba personalmente a sus ministros a acudir donde el mafioso Canaán, según la documentación que se encuentra en manos de la Fiscalía de la Nación, del Tercer Juzgado Anticorrupción y de la comisión investigadora del Congreso.

Según Perú.21, en comunicación telefónica con ellos, Vallejos explicó que fue el secretario general de Palacio de Gobierno, Luis Nava, quien le pidió que recibiera a dicho empresario en su despacho. “Yo atendí a este señor en mi despacho. Habló de su interés de construir hospitales. Lo escuché y lo conecté con las personas entendidas en la parte técnica para que le explicaran los procedimientos técnicos”, declaró Vallejos.

Pero también admitió haber concurrido a la quemante habitación del mafioso Canaán en el hotel Country y que el prófugo Rómulo León se encontraba presente en todas las citas.

Estas citas serían la explicación de los extraños proyectos en el Minsa y en Essalud donde se evidencia la presencia de unas garras que están hundiéndose en la farmacia de Essalud para enriquecer a empresas privadas en medio de un plan de desmantelamiento de Essalud con el pretexto del aseguramiento universal.