El exasesor del gobierno aprista, y preso por las coimas del caso Tren Eléctrico, Miguel Ángel Navarro, reveló detalles sobre contrato de Odebrecht y los sobornos que pagó esta empresa a funcionarios. Contó, además, cómo se montó la operación.

Navarro fue testaferro confeso del exviceministro de Comunicaciones del gobierno de Alan García, Jorge Cuba Hidalgo, a quien Odebrecht depositó más de seis millones de dólares en un banco de Andorra.

Además, el asesor del exviceministro de García, a pedido de Cuba, creó la offshore panameña “Julson Internartional” para recibir sobornos que la constructora pagó por el Metro de Lima.

El semanario “Hildebrandt en sus trece” accedió a las declaraciones que Navarro hizo ante la fiscal anticorrupción Gladys Rojas. Según el documento, el testaferro vincula a Cuba, funcionario que gestionó el pago de las coimas de Odebrecht, con Alan García. También aseguró que la pareja del expresidente, Roxane Cheesman, era comadre del exvicepresidente aprista.

Miguel Navarro testificó que Enrique Cornejo Ramírez no llevó a Jorge Cuba Hidalgo al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), como tampoco lo hizo Oswaldo Plasencia, exasesor presidencial. “Supongo que fue su comadre, la pareja de Alan García Pérez, a pedido de Jorge Cuba, aclaró.

De acuerdo con el semanario, Navarro reveló que Cuba fue el encargado de acelerar el proyecto por clara decisión de García. Además, lo considera el hombre operativo del expresidente en las obras del tren eléctrico, por encima del entonces extitular de trasportes, Enrique Cornejo.

La estrategia

El testimonio dijo que en el año 2008, debido a la falta de postores en la licitación del tren eléctrico, el expresidente de la república Alan García se mostraba preocupado. “En esas circunstancias, Oswaldo Plasencia, quien era asesor de Palacio, coordinaba con Jorge Luis Cuba y le pedía consejo a Edwin Luyo, debido a la experiencia que Jorge Cuba le reconocía en el tema transporte, declaró el exasesor aprista.

Edwin Luyo, actualmente, está preso acusado de recibir coimas de Odebrecht.

Según el testigo, García no ocultaba su nerviosismo porque quería que se ejecutara lo más pronto posible la concesión por la que Odebrecht pagaría cutras millonarias. Agregó: “Alan García estaba furioso porque ese proyecto tenía que terminarlo en su mandato. Si no, nadie lo continuaría. Llamó a Enrique Cornejo para que proponga soluciones. Luego de eso, aparece más seguido Oswaldo Plasencia y el arquitecto Juan Valdivia en la oficina de Jorge Cuba Hidalgo para ver el tema del tren”, contó a la fiscal Gladys Rojas”.

Concurso a la medida

Miguel Ángel Navarro testificó que lo más importante para García era inaugurar algo del Tren Eléctrico antes del 28 de julio. Según Navarro, las condiciones impuestas por el expresidente hicieron imposible que alguna empresa constructora, excepto Odebrecht, pudiera participar en la licitación pública. Para Hildebrandt en sus trece, fue un concurso a la medida de los brasileños.

“En ese momento, Oswaldo Plasencia y Jorge Cuba ya tenían claro que se debía licitar la obra civil junto con la electromecánica y la reparación de los trenes existentes. El problema era que técnicamente no se podía hacer el en tiempo que pedía Alan García”, agregó Navarro en su declaración.

De acuerdo al exasesor aprista, los mencionados Cuba y Plasencia convocaron a algunos empresarios del sector al MTC para consultarles cuánto demorarían en realizar las obras. Ellos respondieron que en 24 meses, mínimo, lo que entorpecería los planes del expresidente García. Pero una empresa estaba dispuesta a asumir el riesgo de realizar todo en 18 meses, la corrupta Odebrecht.

Luego, narró el testigo, Cuba se dirigió a Palacio de Gobierno para explicar en persona a García cómo se realizaría la operación. Dijo que esperó en el auto, afuera de Palacio, con el chofer, durante las horas que duró la reunión.

“En dicha reunión, Jorge Cuba explicó los riesgos políticos de volver a dejar una obra inservible. Me contó que Alan García, en ese momento, llamó a Francia a ingenieros expertos en trenes. Les explicó el problema y estos le dijeron que la mejor alternativa era hacer la obra civil y la electromecánica juntas, explicó Navarro a la fiscal.

Confesión de película

En otro momento, el exfuncionario del gobierno aprista, narró que Alan García cogió una bandeja y la puso delante de Enrique Cornejo y Jorge Cuba, y les pidió que pongan su cabeza para que confíe que podrían hacer la obra en el tiempo ofrecido. Añadió que los dos dijeron que sí, pero pidieron empoderamiento y tiempo para plantear a García la mejor forma de realizar el proceso.

Explicó que el mandatario les dio unos días para que presenten un cronograma de trabajo y lo que necesitasen durante el proceso.

Cuba fue en busca de la coima

Miguel Ángel Navarro dijo que Jorge Cuba acudió a la sede de la constructora Odebrecht, ubicada en San Isidro, para negociar en persona los sobornos. Sobre el caso, Jorge Barata, quien fue representante de Odebrecht en el Perú, declaró que Cuba buscó al director de contratos de Odebrecht, Carlos Nostre, a quien le expresó sus deseos de que la constructora saliera vencedora en la licitación. El exviceministro de García pidió 1.4 millones de dólares por la concesión del tramo y 5 millones de dólares por el tramo dos.

 

Diario Uno