Educación
“Feriados largos”: el Apra y el Sutep unidos contra la educación
robert huaynalaya dirigente sutep

En política y en todo campo de la actividad social, es necesario observar la coherencia entre lo que se dice y hace, especialmente en nuestros días, sin necesidad de rebuscar en el pasado. El gobierno aprista, por ejemplo mediante la evaluación de profesores, intentó dar la imagen de un régimen preocupado por mejorar la calidad de la enseñanza. Ahora todos sabemos que la evaluación y las consecuentes “capacitaciones” (esto es, falsas capacitaciones) han sido parte de una operación psicosocial que se gestó para desviar la atención del público de temas importantes como las adquisiciones que realiza el estado (casos de las ambulancias y patrulleros, entre otros) o como el entreguismo a Chile (favorecer que vengan más capitales chilenos a controlar nuestra economía y colonizarnos, tolerar el monopolio y espionaje de la aerolínea chilena Lan, hacer lo posible por vender gas a Chile, etc.).
 
Mientras el gobierno aprista y sus medios de prensa adictos machacaban todos los días la decisión de evaluar a los maestros1, el ministro y los viceministros de Educación se esforzaban en decir que no sólo se buscaba mejorar la calidad de la enseñanza (mediante evaluaciones y capacitaciones) sino asegurarse de que anualmente se imparta un número de horas que garantice una buena asimilación y fijación de los conocimientos impartidos en centros educativos. En principio esto parece lógico: de poco sirve la buena enseñanza si no se le dedica el tiempo suficiente (número de horas).

La realidad, sin embargo, demuestra que incluso esta declaración de que se buscaba asegurar un mínimo de horas de clase por año es otro cuento más del gobierno aprista y de los que dirigen el ministerio de Educación, individuos que no tienen carácter ni son consecuentes con sus planteamientos. La mejor demostración de este engaño es la entusiasta aplicación aprista de una costumbre implantada en el tiempo de Fujimori: la nefasta moda de los feriados largos. Este jueves 30 de agosto, por ejemplo, es feriado no laborable desde hace mucho tiempo (día de Santa Rosa de Lima), pero el gobierno aprista —fiel a los dictados fujimoristas— decreta que el viernes 31 sea también feriado no laborable para trabajadores del sector estatal. Esto, según la lógica fujimorista que servilmente acata el Apra, se hace para fomentar el turismo.

He aquí la primera contradicción: es evidente que al Apra no le importa la educación; para ellos la prioridad no es la educación sino el turismo. En sus planes tiene el gobierno aprista convertir al Perú en una meta turística mundial, escenario en el cual los peruanos aportaremos una legión de guías de turismo, choferes, cocineros, guardaespaldas, mozos, cuarteleros, intérpretes, cargadores de equipaje (“porteadores”) y prostitutas2. Que todo eso vaya contra la autoestima nacional, contra la salud3 y contra la integridad de nuestros paisajes naturales y monumentos arqueológicos no importa en lo mínimo al Apra, que tiene la visión de convertir a los peruanos en un solícito ejército de sirvientes de los turistas. Tampoco importa al gobierno aprista la inseguridad social que produce la delincuencia generalizada que disimuladamente tolera4 y que afecta a los turistas irresponsablemente invitados a venir en tropel; el resultado es que con frecuencia nos llegan noticias de turistas asaltados, mujeres extranjeras violadas, sin que falten los asesinatos cometidos para robar o en el intento de violar.

Volviendo a la educación: ¿en algún momento el ministro y los viceministros de Educación han hecho oír su voz de protesta por la pérdida de horas y el relajo estudiantil que traen los feriados largos? Nada han dicho, lo cual confirma que son tremendos papanatas y aprovechados cuyo único interés consiste en mantenerse en los puestos que tienen y conservar sus buenos sueldos; dicen estos tipejos que debe haber anualmente un mínimo de horas lectivas, pero callan miserablemente cuando el aprismo sirviente de Chile vulnera la educación con esta pérdida de horas de clase y con este relajo de la disciplina que originan los feriados largos. Y aquí no podemos dejar de señalar la complicidad del sindicato de profesores, el Sutep, que nunca ha hecho un plantón o huelga contra los feriados largos, ni menos yendo a dictar clases ha desacatado esta desgraciada iniciativa fujimorista-aprista de los feriados largos, que tiene por objeto dañar la educación y convertir a los peruanos en chulillos y chulillas de los turistas. Pero ésta no es la única coincidencia entre el Sutep y el Apra: la dirigencia magisterial ha guardado silencio cómplice ante la criminal chilenización del sistema educativo que por mandato de sus patrones chilenos impone el APRA5. ¿Por qué el Sutep guarda silencio en este tema? Porque están de acuerdo con la chilenización de las mentes de niños y jóvenes peruanos; consecuentemente, la dirigencia del Sutep es sirvienta de Chile, igual que el Apra; por eso nunca han protestado contra la distorsión prochilena de los libros de Historia que el gobierno del Apra presta6 a los alumnos para envenenarles la mente y convertirlos no sólo en ciudadanos sin conciencia ni identidad histórica sino en renegados de su nacionalidad peruana y lacayos de Chile, igual que los apristas.

Ya sabemos, entonces, que como en el fútbol el Apra y el Sutep están jugando de pared contra la formación de la juventud; y vemos que también coinciden en favorecer los intereses de Chile, país delincuente.
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1 Leer el artículo El irresponsable y los “comechados (de O. Melgarejo).

2 Es difícil que haya turismo sin aumento de la prostitución, incluida la prostitución infantil.

3 No olvidemos que el sida vino con el turismo, y que la adicción a las drogas también es agravada por los turistas viciosos que nos visitan.

4 ¿Se puede tolerar la delincuencia sin ser delincuente?

5 Leer nuestros artículos ¡Lavado cerebral a escolares promovido por Ministerio de Educación! y ¡Infamia contra escolares al descubierto!


6 Los libros que el ministerio de Educación presta (no dona) son producidos por editoriales transnacionales como Norma y Santillana, lo que constituye un socavamiento y desetabilización de la industria editorial peruana.