Aunque uno de las decisiones que se enorgullecían los miembros de la dictadura de Alberto Fujimori en los noventa, era que habían despedido a cientos de miles de funcionarios, porque ocasionaban un gasto excesivo al Estado, hoy Fuerza Popular cuestiona y hasta califica como discriminación, la no renovación de 100 trabajadores del Parlamento decidida por su titular Daniel Salaverry.

Pero los referentes de la bancada naranja no defienden a los trabajadores en general, sino a los militantes de su partido que trabajan en el Legislativo, incluso muchos de ellos son familiares de los congresistas.

Al respecto, el periodista y analista político Augusto Álvarez Rodrich afirmó que el congresista de Fuerza Popular, Segundo Tapia, está usando los recursos de todos los peruanos para beneficiar a sus familiares.

Un botín

“El señor Tapia está faltando el reglamento del Congreso, está usando el tesoro público como un botín para su familia y eso está muy mal, pero es lo que ocurre con mucha gente en el Congreso”, dijo el periodista, en referencia a dos sobrinos del segundo vicepresidente del Parlamento, Segundo Tapia, quienes laboran en el despacho del legislador de Fuerza Popular.

Asimismo, Álvarez Rodrich criticó a la parlamentaria fujimorista Rosa Bartra por salir al frente de las acusaciones contra Segundo Tapia y le recordó su manejo en la Comisión Lava Jato.

“No me sorprende (la actitud de Rosa Bartra), ya que esa señora usó la comisión Lava Jato para blindar a Keiko Fujimori y Alan García y para atacar a quienes le dijeran Keiko Fujimori y Alan García. Esa comisión fue un mamarracho”, recordó.

“La verdad es que cada vez queda más claro que Fuerza Popular ha usado el Congreso como su pachanga, como su espacio para las herramientas políticas que requería y no al servicio del Estado. Se necesita una auditoría para que Luz Salgado y Rosa Bartra asuman su responsabilidad”, preciso el periodista.

Dos sobrinos en el Congreso

Miguel y Eduardo Talledo Elera, hijos de una prima de la esposa del fujimorista, fueron contratados para laborar en el despacho del legislador de Fuerza Popular, cumpliendo la función de “asistencia especializada en las comisiones del Congreso”.

Tal como lo expresa el Reglamento del Congreso en el capítulo II del Código de Ética, se consigna que como parte de las normas de conducta que debe tener un parlamentario, se encuentran la de “no emplear o tener ad honorem en el servicio parlamentario de su despacho congresal o en las comisiones que integre familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad”.

Tapia indicó que sus sobrinos “han trabajado también en mi despacho por si acaso”. Segundo Tapia es uno de los más visibles opositores a la decisión de Daniel Salaverry de dejar sin efecto los contratos de militantes fujimoristas en el Congreso y quien afirmó que estaba limpiando la ‘casa’. Ante ello, Tapia lo atacó calificándolo de “autoritario”.

 

Diario Uno, 09.02.2019