Piura: Campesinos denuncian amenazas de empresas vinculadas al Sodalicio

Desde el distrito de Catacaos (Piura), campesinos de la comunidad San Juan Bautista, han llegado a Lima para denunciar los constantes ataques físicos y judiciales de empresas y traficantes de terreno vinculados al Sodalicio de Vida Cristiana. 

 

Desde 2011, los campesinos de la comunidad San Juan Bautista han recibido agresiones físicas y judiciales. A la fecha, 40 comuneros son procesados por defender sus tierras, por lo menos una veintena de ellos han resultado heridos por golpes o bala y 3 han sido asesinados.

 

Ese fue el caso del campesino Mariano Vílchez Sullón, quien el 26 de enero del año pasado, luego de una diligencia fiscal y en presencia de la prensa local, recibió un impacto de bala que atravesó sus testículos. “Cuando estoy en el campo, es como si escuchara las balas, ya no tengo esa paz que tenía, me siento como si otra vez me vayan a atacar. No hallo esa tranquilidad, siento que en cualquier momento vuelven a atacarnos”, cuenta Mariano, incapacitado de volver a trabajar en el campo.

 

Desde la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, se han identificado que las empresas involucradas en este conflicto tienen vínculos con el Sodalicio de Vida Cristiana. «Las denuncias contra los campesinos fueron formuladas por la Asociación San Juan Bautista, Santa Regina y DEFRUSAC. Las 3 empresas son manejadas por las mismas personas que son la cúpula del Sodalicio» señalan los abogados de la CC.NN.DD.HH, quienes defienden la causa de los comuneros de Catacaos.

 

Sospechosas transferencias

 

A través de una irregular asamblea que nadie en la comunidad San Juan Bautista recuerda, se acordó transferir 9 mil 985 hectáreas a nombre de 100 comuneros, de los cuales algunos ya habían fallecido, y otros cuyas firmas habrían sido falsificadas.

 

Luego, el enorme terreno fue trasladado como aportes de capital a la empresa Pampa Loma Vega ECSA, la cual repartió el 62% de las tierras entre cuatro empresas vinculadas al Sodalicio, según cuentan los campesinos de Piura.

 

Las inmobiliarias que recibieron el 62% del terreno presuntamente despojado fueron Keheda, Herman, Marvel y Geótica. El 38% restante de las tierras fueron vendidas por mil soles a la empresa San Gerardo, para luego ser revendidas por 550 mil dólares al ciudadano Carlos Herrera Simón y su esposa. Luego de un año, Herrera vende el terreno a la Asociación Civil San Juan Bautista por 2 millones 029 mil 973 dólares.

 

Como se recuerda, la Asociación Civil San Juan Bautista, vinculada a la organización religiosa Sodalicio de Vida Cristiana, habría pagado por lo menos 70 mil soles a la banda criminal La Gran Cruz del Norte -cuyos miembros cumplen condenas de 15 a 25 años de prisión-, según las diligencias del brigadier PNP Pedro Zapata, quien también afirma haber sido víctima de amenazas.

 

De la Asociación San Juan Bautista, por 3 millones 110 mil 635 dólares, el terreno pasó a manos de Inversiones San José SAC, para luego ser transferido a las compañías Desarrollo Frutícola Sudamericana e Inversiones Santa Regina (antes Agrícola Santa Regina). Un sospechoso circuito de compra y venta de un mismo terreno en el que los costos se multiplican.

 

Wayka, 11.09.2019