No se resignan a perder sus gollerías. Como lo previó Cuarto Poder al mostrar el chat donde el excongresista fujimorista Héctor Becerril daba órdenes para que los trabajadores del Congreso y sus familias organicen una protesta contra la disolución del Congreso, ésta se realizó con un grupúsculo, tan pocos eran que por momentos era difícil ve dónde están, pues había más policías.
En un momento trascendente, cuando el presidente Martín Vizcarra disolvió el Congreso, de mayoría fujiaprista, la famosa portátil de Fuerza Popular no salió espontáneamente este 30 de setiembre a sus acostumbradas protestas, lo cual muestra una vez más que la gente que consiguen lo hace sólo bajo órdenes y previo estímulo, como son los famosos buses para las portátiles y otros, incluso pago, en especial a los movilizadores.
Mediante mensajes de Whatsapp en grupo ‘Comisión Permanente’, Fuerza Popular señala que trabajadores pidan licencia para asistir a la movilización en rechazo a disolución del Congreso, aparentemente, dado que la noticia fue difundida antes, no llegaron al descaro de exigir que los trabajadores se ausenten de sus empleos, pero el plantón sí llegó a realizarse el lunes 7 de octubre y se vio a familiares de los excongresistas.
Uno de los familiares de los excongresistas que participó en la hunorada fue el hijo del excongresista Julio Rosas, quien era uno de los agitadores principales.
Frente a la disolución del Congreso, se ha convocado una marcha contra la decisión del presidente Martín Vizcarra. Esta movilización parece contar con el respaldo de Fuerza Popular, como se expresa a través de un grupo de Whatsapp que tienen llamado ‘Comisión Permanente’.
“Por favor, colegas, aseguren que su personal y familiares vayan a la movilización”, había escrito Héctor Becerril en el chat.
“Por favor amigos, apoyen con gente para la movilización del día lunes, que vayan los trabajadores del despacho y sus familiares, que pidan licencia sin goce de haber y los abogados que vayan con sus medallas”, también indicó en el chat.
La consigna era buscar presentar al presidente Martín Vizcarra como dictador, llegando al colmo de proponer hasta el cartel que debía usarse con la imagen del mandatario, lo cual finalmente usaron, e insistieron en que la disolución del Congreso fue un golpe y una acción dictatorial.
El grupo de personas buscó causar desorden, probablemente para aparecer como víctimas, pero fueron controlados por la Policía.
