El Perú derrochó en repatriar por razones “humanitarias” a peruanos del exterior despilfarrando dinero en hoteles de primera para que pasen la cuarentena después de su arribo, mientras los migrantes peruanos del interior durmieron en las calles para esperar regresar de Lima al interior.
Ese derroche debe ser investigado y los que se alojaron deben retornar los costos, pero en lo sucesivo, los peruanos que regresen deben pagar por su alojamiento, el gobierno debe seleccionar opciones baratas, medianas y caras según los bolsillos de los retornantes, pues ni en Alemania consideran justo que el estado cargue con ese costo y deberán pagar a su retorno, como informa el Stuttgarter Zeitung.
Los que regresaron al Perú no son gente necesitada, por lo general son de clase media y alta. Se sabe además que hubo sinvergüenzas amigos de los burócratas de las sedes diplomáticas peruanas que aprovecharon para llegar a gozar de hoteles cinco estrellas en Lima, pudiendo ellos pagar por su estadía.
De otro lado, fue indignante ver ancianos, embarazadas y niños tirados en las calles durmiendo a la intemperie en Lima, la mayor parte de los cuales eran provincianos que se habían quedado sin sustento tras perder sus empleos y no podían pagar el alquiler de un cuarto.
Esperemos que esta situación que es una gran injusticia y una burla a la pobreza sea corregida de inmediato. A Alemania, un país de primer mundo, le parece muy caro, tanto más debería ser para el gobierno peruano.
