El teatral alcalde de La Victoria George Forsyth se ha dedicado a tejer los hilos de sus ambiciones presidenciales coqueteando con políticos, mientras su distrito está abandonado: calles rotas, suciedad, delincuencia, desorden, insalubridad, pues él solo aparece ocasionalmente para fugaces actividades a tomarse la foto.
Basícamente se dedicó a Gamarra, pero los comerciantes de dicho emporio están indignados también por su afán de figurar y llevar a las cámaras de la prensa en ordenamientos que no son duraderos y los perjudican con la competencia desleal de los ambulantes.
Cerro El Pino azotado por la delincuencia aumentada por venezolanos
Vecinos del cerro El Pino se quejaron amargamente de Forsyth en Canal N, pues los tratan como “apestados”, según sus palabras, y les dicen que allí no van por que es “zona roja” a causa de los contagios del coronavirus COVID-19.
Allí hay muchas personas necesitando ayuda, pero no coordina ninguna campaña para llevar asistencia. Lo peor es que delincuentes venezolanos se están enseñoreando de la zona delinquiendo, emborrachándose y armando horribles escándalos, además de faltar el respeto a los residente.
Narran que en los paraderos pululan los ladrones azotando a muchos vecinos mientras el alcalde nada hace. Debido a ello, pese a sus golpeadas economías, se han visto en la necesidad de organizar actividades para adquirir cámaras para por lo menos intentar disuadir en algo al hampa.
Mientras tanto, el ministerio del Interior no atina a expulsar a los antisociales y delincuentes venezolanos, quienes en forma creciente son una pesadilla para las zonas más pobres del país.