Voces del Partido Morado, como Daniel Olivares, salió a hablar oportunistamente ahora que hay consenso en terminar con la designación de Manuel Merino en el cargo de Presidente del Congreso, para elegir a otro en su reemplazo, quien ocupará la Presidencia de la República.
Los tres "morados" que buscaron más protagonismo con las marchas: Carolina Lizárraga, Julio Guzmán y Susel Paredes
Diversas opiniones indicaron que se debe elegir entre quienes no votaron por la vacancia, pero Olivares fue más allá y dijo que no se debe elegir los congresistas integrantes de partidos que votaron por la vacancia, pese a que varios de ellos optaron por la independencia contra el consenso y hasta presión de sus propios partidos, lo cual es destacable.
Responsabilidad del Partido Morado en las muertes
En primer lugar, el Partido Morado estuvo llamando a las marchas y el propio Julio Guzmán habló de la insurgencia. Se sumaron a apoyarlo sus colegas de partido Susel Paredes y Carolina Lizárraga.
Si hubiesen sido consecuentes, esas palabras deberían haber sido acompañadas con los cuidados mínimos para velar por que las manifestaciones se realicen de forma pacífica, pero no les interesó.
Desde la primera manifestación esta semana se vio día a día que las grescas tumultos que ya causaban lesionados se producían en las inmediaciones de las rejas colocadas para impedir que las marchas avancen por la avenida Abancay hacia el Congreso, pues se avisó que era vía restringida para marchas.
Pero día a día sucedía lo mismo: escaramuzas entre policías y manifestantes en esos puntos. ¿Qué hubiera pasado si los manifestantes ingresaban y causaban caos en el Congreso, o lo hubieran incendiado como ocurrió en Paraguay en 2017?
Claro está que hubo abuso criminal policial que debe ser sancionado. Las preguntas son:
¿Por qué ninguno de los instigadores del Partido Morado hizo un llamado a los manifestantes a respetar las zonas restringidas?
¿Dado que esto ocurría día a día, por qué no fueron a la zona de las rejas a buscar evitar excesos de ambas partes?
¿Buscaban acaso que haya muertes para llegar a la situación caótica en que nos encontramos y con ello imponerse en la Presidencia de la República?
Susel Paredes ya tiene antecedentes de causar muertes por su manejo de las situaciones críticas de masas, como cuando trabajó para la corrupta gestión de Susana Villarán, quien llamó “éxito” al desalojo que dejó cuatro muertos en Santa Anita. Ahora debe estar satisfecha con este otro “éxito”.
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