A propósito del desafortunado nombramiento de una ministra de Defensa del Perú y sus implicancias en la seguridad y el honor nacional

La movilización popular y juvenil de todo el país provocó la caída del ilegítimo gobierno de Manuel Merino, lo que, a la luz del sentir mayoritario y de las encuestas, terminó de hundir en el desprestigio a los congresistas en general y en particular a quienes promovieron la vacancia de Martín Vizcarra, el presidente en ejercicio.

 

comando conjunto dic 2016

 

La situación se resolvió cuando el Congreso eligió presidente interino al Ing. Francisco Sagasti y este, en ambiente de relativa tranquilidad, nombró a la Sra. Violeta Bermúdez presidenta del Consejo de Ministros, con el encargo de formar el gabinete, lo cual ocurrió. Destaca aquí el nombramiento de Nuria Sparch en el puesto de ministra de Defensa.

En principio, no debe llamar la atención que un civil tome el mando del ministerio de Defensa o del Interior; eso está previsto en la ley. Lo que sí saltan a la vista son las denuncias por la conducta prochilena de la actual ministra[1]. Por eso, es necesario hacer de conocimiento público qué vínculos tiene dicha mujer con Chile, o si es de familia chilena. No se puede exponer la seguridad del Perú en manos de personas de dudosa o nula lealtad al Perú. Recordemos que Alberto Fujimori fue el que realizó el trabajo de allanamiento del terreno para que Chile domine al Perú. Luego en el gobierno de Alejandro Toledo, Chile colocó en el palacio de gobierno al chileno Esteban Silva como supervisor o controlador del presidente peruano, en todos y cada uno de sus actos de gobierno. Y en el gobierno de Ollanta Humala, los chilenos pusieron como ministra a la chilena (oportunamente nacionalizada) Carolina Trivelli, para asegurarse de que Santiago conociera cada detalle de lo que hacían los ministros del Perú (incluyendo asuntos de defensa nacional y seguridad interna).

Con estos antecedentes, nombrar ministra de Defensa a Nuria Sparch se convierte en un asunto muy sensible y preocupante, toda vez que si la escogieron para el cargo, se entiende que eso se hizo descartando a generales o almirantes peruanos retirados cuya experiencia y méritos posiblemente no igualaban el brillo ni la lealtad al Perú de Nuria Sparch.

¿El nombramiento de Nuria Sparch es otra imposición de Chile para asegurarse el control político y ventaja militar sobre el Perú?

El armamento no es todo

Según informó el diario limeño La República el 21-11-2020, el presidente Sagasti dijo: “No solo el poderío militar basta para defender a una nación. Solo la voz del pueblo, solo la gobernabilidad democrática, unida al desarrollo económico y al poderío bélico es lo que nos permite completar una doctrina de seguridad, y ese es el pensamiento que trae nuestro Gobierno”, lo cual, si nos atenemos a la historia cercana, lo sitúa en la misma línea de desarmar al Perú que expresó Alejandro Toledo, quien ante las noticias de que Chile estaba aumentando su arsenal, sostuvo que el Perú compraría lápices y cuadernos. Y no muy lejos de esto, las pintorescas y no por ello menos  irresponsables declaraciones de Nuria Sparch, quien afirmó que el Perú tiene brazos para defenderse[2].

Algo en lo que tiene razón el presidente Sagasti es que en la defensa nacional el poderío militar o armamento no es todo; también influye la estabilidad democrática, entre otros factores. O sea que, en lenguaje informático, no todo es hardware, también se toma en cuenta el software. Y en este punto debe trabajar para que los militares peruanos restauren su confianza en sí mismos y recuperen su dignidad, que ha sido mellada por corruptos. Las medidas que se deben tomar pronto son:

1) Reemplazar a Nuria Sparch por un militar en situación de retiro.

2) Retirar del patio de honor de la Escuela Naval la estatua en honor al hampón chileno Arturo Prat Chacón, mamotreto que convierte a los militares peruanos en los únicos del mundo que rinden fervoroso homenaje a su invasor (Chile)[3].

3) Prohibir a los oficiales sumisos a Chile que sigan invitando a los militares chilenos para que luzcan su bandera en Lima, ciudad que humillaron tiránicamente durante tres años. Nadie en China, Francia o Rusia, por tomar un ejemplo de países con militares que no han perdido la identidad y autoestima, ni siquiera imaginaría poner un monumento en homenaje a los invasores ni menos invitarlos a desfilar en sus calles.

4) Zanjar la cuestión del control del triángulo terrestre de Tacna, para evitar que Chile nos usurpe esa área. En 2012, actuando como si fuese dueño, Chile se permitió humillar de una manera horrorosa a los militares peruanos al impedirles que retirasen las minas chilenas que las lluvias habían hecho deslizarse a nuestro territorio[4].

5) Analizar la situación de la propiedad inmueble de Tacna, para asegurarse del cumplimiento del artículo 71 de la Constitución, que prohíbe que los extranjeros tengan propiedades inmuebles en una franja de 50 km de la frontera. Chile está empeñado a fondo en un plan de adquirir casas y terrenos en la zona vedada, y en esto puede usar a personas de doble nacionalidad, para asentarse en la zona y hacernos la misma maniobra que a Bolivia en Antofagasta. No puede ser que mientras los militares están dispuestos a entregar la vida en defensa de nuestra integridad territorial, se den leyes o asuman conductas que buscan entregar nuestro territorio al enemigo chileno[5].

Sucesivos gobiernos dicen que no hay dinero para comprar o renovar armamento (hardware) y que no importa que Chile nos amenace con una fuerza armada más poderosa que la nuestra, pero el software (ideas, programas, cultura, dignidad) no cuesta mucho, por lo que el presidente Sagasti y la gente que lo rodea deben acordarse de que su compromiso es con el Perú, con el pueblo peruano, con los uniformados que defienden el territorio. Estamos seguros de que no vacilarán en devolver a los militares la confianza en sí mismos y la dignidad que merecen y deben exhibir para sobrellevar los resultados de la historia y sus punzantes efectos.

Ya es tiempo de que los peruanos actuemos afirmativamente expresando la defensa de nuestros intereses nacionales, sin importar la opinión que tengan los chilenos. Ya es tiempo de prescindir del certificado de buena conducta que extiende Chile a corruptos que dicen representar al Perú a cambio del silencio ante el dominio político, económico y militar que tienen sobre el Perú.

 

[1] Herbert Mujica: “Defensa: ¿brutos o espías?, ¿o las dos cosas?”,  30-03-2008, Red Voltaire en https://hcmujica.blogspot.com/search?q=sparch

[2] Herbert Mujica: “¡Boten a Sparch y a toda su pandilla!”, 25-02-2008, Red Voltaire www.redvoltaire.net hcmujica.blogspot.com https://www.voltairenet.org/article155430.html

[3] Aunque parezca mentira, los jefes de la Marina de Guerra del Perú, según informó El Mercurio en línea, agradecieron a Chile por la humillación al vencido Perú, otorgando la “Orden Cruz peruana al Mérito Naval” al jefe de la marina vencedora (12-04-2007 en http://www.emol.com/noticias/nacional/2007/04/12/252474/almirante-rodolfo-codina-entrega-busto-de-prat-al-peru.html).

[4] Desempeñando un vergonzoso papel, en agosto de 2014, Daniel Urresti, entonces ministro del Interior del prochileno Ollanta Humala, impidió una caminata patriótica hacia el punto Concordia, alegando que la zona estaba minada, lo que solo podía significar dos cosas: a) que la institución noruega contratada por Chile como “dueño” no desminó la zona; o b) los chilenos habían vuelto a poner minas en territorio peruano y los militares peruanos no hicieron nada. Leer “Marcha al triángulo terrestre: gobierno favoreció a Chile”, 28-08-2014, https://www.connuestroperu.com/especiales/limites-territoriales/43417-marcha-al-triangulo-terrestre-gobierno-favorecio-a-chile

[5] Leer “Traición: Gobierno peruano entrega frontera a Chile” 23-07-2017 en

https://www.connuestroperu.com/actualidad/53766-traicion-gobierno-peruano-entrega-frontera-a-chile