El doctor Ernesto Bustamante, exjefe del Instituto Nacional de Salud (INS), cuestionó duramente la decisión de aprobar la vacuna Sinopharm para “proteger” al personal de salud, pues no sirve, y ahora incluso el propio gobierno morado admite que se plantea emplear una tercera dosis.
En total se ha inyectado el producto a 605 mil pesonas, de las cuales 368 mil han recibido la primera dosis y son todos personal de salud de primera línea.
Se trata de “medio millon de personas que recibió las dosis vacuna Sinopharm, han recibido una vacuna preacaria, se necesita que sean resarcidos con una nueva vacunación con una buena marca de vacuna. ¿Cómo es posible que se les haya puesto una vacuna mala? ¡Es un insulto!”, exclamó declarando al programa PBO de Phillip Butters en Willax.
La solución sería volver a vacunar con una buena vacuna, señaló. “Se haría un mal servicio a nuestros profesionales de la salud poniéndoles una tercera, cuarta o quinta, dosis, es basura, no se les puede poner cinco dosis de basura, no por ello vamos a convertir la basura en algo que funciona”, sentenció.
“Tal vez es exagerado decir basura, pero es un símil para decir que algo no funciona”, continuó.
Dr. Ernesto Bustamante
La tercera dosis es un engañamuchachos
Ante los planteamientos de optar por una tercera dosis, el científico calificó la aplicación de una tercera dosis como un “engañamuchachos”.
“En los Emiratos Árabes Unidos parece que se han equivocado o estan siguiendo la nómina de la empresa china, das un examen y no puedes, das un segundo examen y no puedes. ¿Crees que dando el examen 10 veces m{as vas a poder? ¡No! Hay que hacer otra cosa diferente. El tema no es que fallaste el examen, tienes que estudiar, falta cambiar la sustancia, la vacuna”, manifestó.
El presidente Francisco Sagasti y sus ministro recibiendo el carcamento de "basura" Sinopharm.
China, conocida por su deficiente control de fármacos
En el Perú fue famoso el escándalo de las medicinas expiradas de China importadas por el corrupto primer gobierno de Alan García. Trajeron los fármacos vencidos con la etiqueta de fecha de caducidad adulterada. Esto era conocido por la cúpula aprista pues cada vez que se internaba un funcionario aprista no quería las medicinas del hospital, sino que mandaban a comprar de la farmacia comercial. El peón del gobierno en ejecutar este crimen fue Víctor Joy Way, quien purgó prisión por corrupción. La cómplice fue la Digemid, que entonces se llenó de parásitos apristas y eliminaron el control de bioequivalencia para controlar las medicinas importadas, que se mantenía hasta el segundo gobierno de Fernando Belaúnde. Al eliminar dicho control comenzaron ingresar al Perú fármacos basura, colocándose al Perú al nivel de los más atrasados países africanos.
Las declaraciones del doctor Bustamante se ven a partir del minuto 2'40" aproximadamente:
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