Al parecer el presidente Pedro Castillo no ha entendido que no tiene algo más del 50% de seguidores en el Perú, sino que la mayoría votó en contra de Keiko Fujimori o contra la corrupción que representa, si no, no se entiende cómo puede nombrar de jefe de gabinete a un sujeto como Guido Bellido Ugarte.
Guido Bellido, o "Gruñido Balido"
Bellido parecer representar solamente la ambición por un cargo, no es la persona de consenso, conciliadora, que tienda puentes para una necesaria gobernabilidad y que además evidencie mayor cultura.
La foto del jabalí representando a Bellido resume lo que la mayoría vemos en él: una persona que más se acerca a lo irracional, a alguien que prefiere la confrontación, que no analiza, que no tiene visión ni respeto por la ciudadanía civilizada, como si más primaran los instintos.
¿No sabía Castillo que Bellido está investigado por presunta apología del terrorismo? Al igual que Alan García, Bellido alabó a la terrorista de Sendero Luminoso Edith Lagos, pero el caso de Bellido es peor porque lo hizo hace cuatro años, mientras que García lo hizo en 1988. Es decir, más de 30 años después, en los cuales en el Perú se documentó mucho más sobre la sanguinaria naturaleza del odio de dichos terroristas a los peruanos.
Bellido también estaría involucrado en el escándalo de coimeros Los Dinámicos del Centro, lo cual lo hace una persona indigna de presidir un gobierno que enarbola la lucha anticorrupción como una de sus banderas principales.
En cuanto a sus calidades personales, en diversas entrevistas se le pudo apreciar por su rudeza, su falta de tino, su falta de decoro al negarse a responder preguntas, en fin, un impresentable completo.
Bellido es misógino y en el colmo del agravio a una mujer en una oportunidad realizó un comentario contra las mujeres al referirse a una mujer que se suicidó. Peor vileza no se ve tan fácilmente. Además en las redes sociales escribió insultos contra los homosexuales.
Según varios medios, Daniel Salaverry, Avelino Guillén y Pedro Francke habrían declinado la oferta de ocupar los ministerios de Vivienda y Economía en rechazo a la designación de Bellido, lo cual sería muy lamentable, pues se trata de personas preparadas y que elevarían el nivel del gabinete.
Bellido es congresista. Desde hace años se cuestiona que los congresistas integren parte del Ejecutivo en cargos como los de ministro, pero al propio Congreso no le interesa legislar para impedirlo, pues en el fondo ambicionan también una tajada del Poder Ejecutivo.
Debería ponerse fin a a este tipo de oportunismos pues la ciudadanía dio su voto por un congresista determinado para que ejerza las funciones propias de un parlamentario, y dejarlas para saltar al Ejecutivo es una especie de malversación.