Aunque en su presentación en la interpelación del Congreso el ministro de Trabajo Iber Maraví se victimizó, sus explicaciones no convencieron, por lo cual la mayoría solicitará su censura debido a sus faltas a la verdad para aferrarse al cargo y creerse indispensable, cuando hay profesionales mucho mejor preparados para asumir esa responsabilidad, incluso izquierdistas.

 

Iber Maravi

 

Según él, los atestados policiales que lo incriminan en actos terroristas perpetrados por Sendero Luminoso (SL) en 1980 fueron preparados basándose en declaraciones de torturados por la policía.

Podría resultar creíble que una vez alguien haya sido vinculado indebidamente a actos terroristas por errror o alguna mala práctica policial, pero nadie puede creer que eso haya sucedido en numerososa oportunidades. Además, Maraví dijo que no llegaron a sentenciarlo, pero lo que no dice es que nunca lo declararon inocente porque no lo procesaron, estuvo en calidad de no habido esperando la prescripción, que finalmente se dio.

Los atestados policiales no son pruebas para el Poder Judicial, como dicen los abogados, sin embargo, son indicios razonables que deben ser evaluados por la alta probabilidad de veracidad, como es en este caso, por tanto Maraví debe irse, ningún funcionario público, menos alto funcionario, debe ser un sospechoso de haber perpetrado delitos graves, no puede ser un presunto delincuente ni un presunto terrorista.

Incluso uno de los que él llama declarantes torturados, Alfredo Silvera Flores, se escapó de la cárcel y murió cuando pretendía quemar una hacienda, recuerda La República.

Maraví también deslindó del Conare, relacionado con SL, pero ayer mismo el Sutep reveló que Maraví fue dirigente del Conare, mostrando un acta donde figura el interpelado ministro.

Ahora la moción de censura en curso necesita de 66, cifra que no sólo será alcanzada, sino superada contando con las bancadas de Fuerza Popular (24), Avanza País (10), Renovación Popular (9) y Alianza para el Progreso (15), que harían un total de 58. Además, se sumarían parte de los de Acción Popular (16) y Podemos (5).

En 1981 Maraví fue declarado no habido en uno de los casos que lo vinculan con SL. Ayer mencionó que las declaraciones de Juan Alarcón Gutiérrez y Alfredo Silvera Flores, acusándolo ante la policía quedan desvirtuadas porque ante el tribunal afirmaron que imputaron a Maraví debido a que fueron sometidos a torturas y que por eso archivaron el caso.

Pero el ministro ocultó que en su declaración ante la PIP, Juan Alarcón no solo señaló a Iber Maraví, sino también, entre otros, a Edith Lagos Sáez y Orestes Urriola Gonzales, como parte de la organización senderista que inició la lucha armada en Huamanga en 1980. Lagos y Urriola son probadamente terroristas.

Después de fugar de la cárcel de Huamanga como resultado de un asalto senderista al establecimiento, el 2 de marzo de 1982, Lagos se reincorporó a la lucha armada y murió en sus actos terroristas el 2 de setiembre del mismo año. En el caso de Urriola, también se reincorporó al terrorismo. Reapareció como parte del grupo que activó el coche bomba que mató a 17 personas en la calle Tarata, en Miraflores, el 16 de julio de 1992.

Maraví aludió también el testimonio de Alfredo Silvera Flores, quien dijo que se autoinculpó como terrorista y acusó a Iber Maraví porque fue torturado por la policía. Pero Silvera fue otros de los que huyeron de la cárcel de Huamanga, y se reintegró al Ejército Guerrillero Popular (EGP), y murió el 26 de marzo de 1982 cuando trataba de destruir la hacienda Aysarca. Es decir, Alfredo Silvera Flores, quien dijo que lo habían torturado para imputar a Iber Maraví como miembro de Sendero Luminoso, era un comprobado terrorista.

El interpelado mencionó el caso de otro detenido, Víctor Reyes Conislla, quien al principio fue otro que lo relacionó con Sendero. Maraví dijo a los congresistas que además se había rectificado. Pero resulta que Víctor Reyes también escapó del penal de Huamanga junto con sus compañeros terroristas.

“A la fecha no tengo antecedente penal ni judicial. Mi certificado de antecedentes penales y judiciales dice: No Registra”, dijo Maraví. Luego relató que era común que los atestados policiales fueran elaborados mediando tortura a los detenidos para que se autoincriminen falsamente como terroristas e impliquen a otras personas, para lo cual citó el informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), lo cual no es creíble porque lo imputaron ante las autoridades, Alfredo Silvera y Víctor Reyes, sí eran terroristas y mencionaron a otros compañeros, que luego participaron en acciones subversivas.

También desmintió haber sido dirigente del Comité Nacional de Reorientación y Reconstitución del Sutep (Conare-Sutep), una organización de fachada infiltrada por senderistas, pero el Sutep lo desmintió presentando un acta donde Maraví figura en la dirigencia.

Pese a todo, hasta este momento Maraví no renuncia ni el presidente Pedro Castillo lo retira del cargo en bien del país.