Son varios los nombramientos de personajes cuestionados, con investigaciones pendientes, incluso por delitos graves y sin la formación elemental para ocupar cargos de confianza, como es el caso de Richard Rojas, sujeto comprendido en la investigación de la presunta organización criminal “Los Dinámicos del Centro”.

 

Richard Rojas

 

Lo ideal es que un embajador acceda al cargo desde la carrera diplomática, pero la ley permite que un número de ellos sea nombrado en cargo de confianza, sin tener dicha formación.

No obstante, sucesivos gobiernos han recurrido a usar esta prerrogativa nombrando en calidad de embajadores a personas de elección del Presidente, sin que se haya establecido requisitos mínimos.

Para embajador en cargo de confianza, los designados al menos deben tener un título profesional y experiencia en el Estado o en el sector privado que tengan relevancia para el cargo.

Richard Rojas no sólo destaca por su ignorancia, sino por los cargos que debe responder ante la justicia, que lo convierten en un presunto delincuente.

El amiguismo, criticado por el propio presidente Pedro Castillo, quien prometió contratar a los mejores, causó el bochorno del rechazo de Panamá a la presencia de Rojas en su territorio nada menos que en calidad de embajador propuesto por el Perú.

Este nombramiento además se presta a suponer que Cerrón necesita de un operario de confianza en Panamá, paraíso fiscal que visitó Cerrón y su presunto cómplice en la recepción de una supuesta coima de la empresa Chinalco, de US$15 millones, para que traslade a la población de Morococha y que Toromocho funcione sin respetar parte de las normas ambientales.

Ahora la Fiscalía ha solicitado el impedimento de salida del país de Richard Rojas, demostrando que nunca debió ser nombrado en un cargo de importancia.

Lucha contra la corrupción

El mandatario no debe olvidar de que mucha gente que votó por el lo hizo no por su persona, sino contra la corrupción representada por Keiko Fujimori, esperando que emprenda la prometida lucha contra la corrupción. Por tanto, caer en lo mismo que el fujimorismo al tolerar personajes con investigaciones penales pendientes, no garantiza dicha lucha.