Ante los escándalos de presunta corrupción del entorno presidencial y el inicio de una investigación de la Fiscalía de la Nación contra él, el presidente Pedro Castillo alega persecución irracional contra él y algunos ministros.

 

Pedro Castillo 17

 

Desde Iquitos, donde lideró el XIV Consejo de Ministros Descentralizado, el presidente Pedro Castillo denunció que “se ha desatado una persecución política irracional” en su contra y de algunos ministros de Estado.

“Debo decir con indignación que se ha desatado una persecución política irracional no solo contra el presidente de la República sino también contra diferentes ministerios  ¿Y el resto de gestiones? ¿Los demás presidentes de la República? ¿Los demás ministros? ¿No tienen nada? ¿Los problemas del Perú están naciendo recién en este gobierno?”, cuestionó.

Negó haber llegado al gobierno para cometer actos de corrupción. “Me ratificó que no me he robado nada y lo voy a decir en todos los lugares del mundo: no le robaré nada al pueblo, porque no he venido para eso”, aseguró.

A diferencia de otros gobiernos que enviaban a sus ministros a las regiones cuando había problemas, el mandatario Castillo precisó que su gestión está escuchando la voz del pueblo para atender sus necesidades, mediante las sesiones de Consejo de Ministros Descentralizado.

El jefe de Estado, lamentó también la actitud de algunos grupos políticos que no quieren reconocer la voz de los campesinos, de los obreros e indígenas representados en su persona. 

“Aunque les salgan ronchas, vamos a seguir al lado del pueblo y vamos a atender al pueblo”, subrayó.

 

El mismo libreto de expresidentes investigados o procesados

Como se recuerda, desde Alberto Fujimori hasta Martín Vizcarra: Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski, Martín Vizcarra, todos los expresidentes alegaron "persecución política" a la acción de la justicia contra los presuntos actos de corrupción y otros delitos más graves.

Lo mismo aducen Keiko Fujimori y una serie de políticos investigados o procesados por delitos de corrupción.

Para la justicia, es muy conocido que todos los delincuentes aducen ser "inocentes", versión que mantienen hasta que se demuestra su culpabilidad.