La transcripción de uno de los audios ofrecidos por Zamir Villaverde García muestra una conversación entre éste y entonces ministro de Transportes y Comunicaciones Juan Silva Villegas, durante la cual Villaverde entrega un soborno de US$100 mil al ahora exministro, a cuenta de la adjudicación de la obra de construcción del Puente Tarata III, en el departamento de San Martín, por S/ 232.5 millones.

 

coima recibe y preso

 

La fiscal especializada en corrupción de funcionarios Karla Zecenarro entregó esta grabación al fiscal de la Nación Pablo Sánchez, a cargo de la investigación contra el presidente Pedro Castillo y Silva.

El audio es del 4 de noviembre de 2021, donde Villaverde dice a Juan Silva que la empresa española Tableros y Puentes (Tapusa) le encargó entregarle US$ 100 mil por adjudicarle la construcción del Puente Tarata III, en la región San Martín, por S/ 232.5 millones.

La empresa Tapusa (con filial en Lima desde 2014) integró el consorcio que estuvo compuesto por H.B. Estructuras Metálicas y Termirex, que ganó la licitación convocada por Provías Descentralizado, el 19 de octubre. Termirex, de propiedad de los hermanos Pasapera Adrianzén, es la constructora para la que trabajaba la colaboradora eficaz Karelim López, quien declaró ante la fiscal Karla Zecenarro que Villaverde ofreció obras públicas a Luis Pasapera Adrianzén, hermano de los dueños de Termirex.

“Los amigos de Tapusa han mandado acá, me han mandado un presente para usted (suena una maleta que se abre). [Son] cien grandes para usted. Este es un peque (regalo). Aún no cobran nada (los del consorcio ganador de la licitación). Pero es un presente de una buena señal”, dice Villaverde a Silva, en la transcripción del audio.

El 25 de noviembre del 2021 el consorcio integrado por Termirex, Tapusa y H.B. Estructuras Metálicas firmó contrato con Provías Descentralizado para la construcción del puente Tarata III. Este consorcio ha ganado varias licitaciones desde 2014.

La Contraloría General de la República había determinado que los integrantes del comité de licitación manipularon el proceso para favorecer a dicho consorcio sin que cumpla con los requisitos.

Esta semana, en declaraciones a varios medios, Silva había asegurado que nunca se había reunido en su despacho con Zamir Villaverde y que era casi un desconocido para él, contradiciendo las declaraciones de varios testigos.

En la grabación se evidencia que ambos sujetos además trataron asuntos de otras licitaciones pendientes, las cuales estaban torcidas para que las ganen constructoras corruptoras.

“Juancito, mire, le comento. Ya nosotros al día de mañana, confirmado ya está que la carrera (licitación) de Tarata está ganada. Ya está ganada. Ayer y hoy día se están jugando 7 carreras (licitaciones) más. Claro, no son grandes. Son de 65 (millones) y de 64 (millones). (...) Igual tenemos el control. Y esta semana que viene salen esas que son grandecitas, de 285 (millones). Y van a salir 18 conservaciones (de carreteras) en (Provías) Descentralizado. Y en la parte de (Provías) Nacional van a salir como 35 (licitaciones). Entonces, digamos, a diciembre, va a ver cantidad (de licitaciones). Pero siempre hay un intervalo para esperar la buena pro, los documentos y todo ese tema”, dice Villaverde a Silva en el audio.

“Esta es la primera gestión que hemos logrado, falta una que es rapidísima”, dijo Villaverde a Silva. “Sí, sí, claro”, respondió Silva.

Castillo tras bambalinas

Cuando crecieron los cuestionamientos contra Silva, el presidente Pedro Castillo propuso el cargo de ministro de Transportes al expresidente del Congreso Daniel Salaverry, quien tras reunirse con el mandatario declaró que aclaró a Castillo que aceptaría si ejercería sin interferencias para nombrar a los altos funcionarios o directores en dicho ministerio, condición que no aprobó Castillo, por lo cual Salaverry tampoco aceptó el nombramiento.


Es decir, Castillo pretendía decidir directamente el nombramiento de altos cargos, lo cual concuerda con estas acusaciones del colaborador eficaz.

Otro indicio fuerte de la participación de Castillo es el hecho de haber mantenido en el cargo a Juan Silva pese a los graves cuestionamientos: denuncia por agresión contra su cónyuge, nula preparación en materias del sector, nula experiencia en el sector, haber sido multado por arriesgar la vida de pasajeros lucrando al conducir una combi pirata, además de los nombramientos en altos cargos del MTC de sujetos sin preparación para la función y hasta con prontuario. Los únicos “méritos” de Silva a ojos de Castillo eran el ser chotano, como él, profesor y amigo.

Congresistas también estarían coludidos con Silva y Castillo

Pese a que Silva apestaba demasiado por la lluvia de cuestionamientos graves, por los cuales Silva no debería haber durado más de una semana en el puesto de ministro, el Congreso, a diferencia de otros ministros, demoró hasta febrero en interpelarlo, y ni siquiera lo censuraron porque renunció.

Todo apunta a que Silva habría comprado la anuencia de ciertos parlamentarios con ofrecimientos de obras a congresistas, de igual forma en que el expresidente Pedro Pablo Kuczinsky las ofrecía a parlamentarios para evitar su vacancia.