…estamos frente a un ministro [Allan Wagner] que está desautorizado para conducir tan importante sector.

El congresista Juvenal Ordoñez conversa con Por Nuestro Perú sobre el histórico viaje de una delegación nacionalista al punto Concordia.

 ¿A qué atribuye que algunos políticos o medios tilden de provocación el viaje de los congresistas nacionalistas al territorio tacneño del punto Concordia?

 
Juvenal ordonezEn esta medida de soberanía que queremos realizar ellos encuentran solamente ―según ellos― un afán de provocación o una respuesta belicista a este problema y la verdad es que lo único que expresan es un temor y un sentido hasta cierto punto de cobardía, porque todos los peruanos deberíamos tener el expreso derecho de alentar posiciones como la que en este momento está promoviendo el Partido Nacionalista (PN), que significan, en primer lugar, el sagrado cumplimiento del tratado de 1929 y, en segundo lugar,  la necesidad de acabar con un problema que ya tiene mas de 50 años, mediante el cual Chile pretende convertir un acuerdo pesquero en un tratado de límites. Además, creo que en esta conducta se quiere esconder el permanente doblez y la permanente actitud pusilánime que mantienen los gobiernos de turno y también los ministros de Relaciones Exteriores.
¿Le parece correcto que El Comercio y otros medios afirmen que Chile y el Perú pasan por un buen momento en las relaciones bilaterales y que las relaciones entre ambos países son buenas, pese a la usurpación territorial de Chile?

En primer lugar, a todas luces esto es una contradicción, ¿qué puede ser bueno cuando en el ínterin existe una agresión propiamente y Chile le dice a usted: bueno pues, liberalicemos las relaciones comerciales, es decir las relaciones rentistas sobre la memoria histórica del pueblo del Perú, que es de la legítima defensa de su territorio?  Nada se puede construir sobre una base de crisis, conflicto y desconfianza. 

Por eso, quienes no tienen la claridad en el panorama y negocian solamente dando espacios mayores al capital transnacional, en este caso el chileno, y no se acuerdan de la historia y las agresiones, y sobre todo, de los asuntos pendientes que tenemos, creo que están desautorizados, nos engañan, sea desde el medio de comunicación que usted alude o de cualquier otro, y los peruanos debemos tener en cuenta, como lo dijo alguna vez Basadre, que el que no conoce su historia es capaz de volver a reincidir sobre lo mismo, y  los peruanos no queremos ahora reincidir sobre esas motivaciones que causaron la guerra en la cual  el Perú se encontró totalmente desprevenido, pero a consecuencia de los liderazgos que entonces había, que se andaban disputando la torta en el interior del país y se descuidaban los frentes externos.

Como resultado de la inspección que realizarán los congresistas el 5 de abril, ¿el Congreso no podría solicitar se conforme la comisión mixta para erigir el espigón de concreto que se necesita en el punto Concordia, para que  no sea un hito barrido por las olas? 

Sí, creo que el Congreso podría solicitar la conformación de esta comisión. El PN estará planteando ―y va a publicar un comunicado a nivel nacional― para que se haga un levantamiento de las 200 millas frente a las costa de Tacna, Moquegua y Arequipa, que es hasta donde se pierden las 200 millas, y que este catastro sea inscrito en la Naciones Unidas, porque eso es lo que nos corresponde. El Perú no ha suscrito todavía la Convención del Mar y dentro de su territorio, dentro de su geografía, ha reivindicado desde el año 1948 sus 200 millas marinas como la cuarta región natural del país.

Si la prensa y los políticos vendidos a Chile crean una atmósfera contraria a la visita de los congresistas al punto Concordia, presentándola como un peligro o provocación, ¿esto alteraría la determinación que tienen de ir a la frontera? 

No, el ánimo no van a poderlo alterar, vamos a hacerle a esta propuesta una campaña nacional y creo que el Perú va a salir ganando. Es tiempo que le demostremos al mundo y a todos los peruanos cuáles son los verdaderos límites de nuestro país. Es más, ya es tiempo que el gobierno se decida a acudir a un tribunal arbitral, que tiene que ser el Tribunal Internacional de La Haya, para que se acabe con este problema. La prensa chilena siempre lo ha dicho, los peruanos queremos que se cumpla el tratado de 1929 de una vez por todas y que se nos entregue el malecón de atraque que tardó 70 años para construirse, durante ese lapso tuvieron suficiente tiempo para cumplirlo. Cuando los tacneños se levantaban para pedir de una vez por todas el cumplimiento de los asuntos pendientes en el tratado de 1929, decían Ya se levantaron los ultranacionalistas peruanos. Así se fueron postergando nuestras reivindicaciones. ¿Cómo puede ser posible que se demore 70 años para un malecón y para un línea marítima 40 años? Esto no tiene otra razón que desde los medios  internacionales también se aliente una campaña contra el Perú.

¿Cómo reaccionarían los congresistas visitantes del punto Concordia, si por presión chilena,  personal de la Fuerza Armada o autoridades políticas intentan impedirles el libre tránsito en la zona de inspección? 

No pueden hacerlo porque la Constitución Política del Perú asegura como uno de los derechos de las personas el libre tránsito, de tal manera que si vamos pacíficamente ―como lo vamos a hacer―  no pueden impedirlo, estarían transgrediendo el orden constitucional y tendríamos que accionar todos los mecanismos legales que tenemos a la mano.
 
¿No cree que ya es tiempo de que las organizaciones sociales se movilicen y protesten por el entreguismo del gobierno a Chile, pues pese a la usurpación de nuestro territorio, no sólo demora en iniciar el reclamo ante la corte de La Haya, sino que  firma en  secreto un TLC anticonstitucional que les favorece y lesiona nuestra soberanía?  
 
En el caso de Tacna la cosa  está mucho más sensible. El tema de fronteras y del tratado, siempre fue sensible. A los tacneños nos sometieron durante 50 años a un proceso de chilenización y solamente recuperamos lo nuestro por el amor a la patria y a la bandera. Creo que este ejemplo de la sociedad tacneña debería se imitado por todos los peruanos. Cuando las cosas avanzan y se agudizan, surgen las muestras de los verdaderos peruanos, sea en Loreto, Tumbes, etc., que se adhieren a resta causa. Lo que sucede es que si esta causa estuviese encabezada por el gobierno nacional tendría verdaderamente trascendencia y el gobierno coronaría un gran esfuerzo. Pero como ya hemos visto, es el propio  Alan García que no se compromete a darle las prioridades del caso a las negociaciones últimas con Chile.
 
Como denunció un medio, el primer gobierno de García firmó un acta en la cual el Perú se sometía al deseo chileno de modificar nuestra historia. Hoy existen textos que enseñan a los escolares que no tenemos héroes, que Grau fue un cobarde, que Petit Thouars actuó por interés, que los traidores fueron personas razonables. ¿No le parece que es urgente que la comisión de educación convoque el Ministro de Educación para explicar la deformación patriótica y lavado cerebral prochileno del cual son objeto los niños y que se reforme la enseñanza de la historia?
 
Me parece una iniciativa muy importante, yo estaría dispuesto a canalizarla a través de la Comisión de Educación para inscribirla dentro de toda esta campaña por la necesidad de que el Perú haga reconocer sus límites tanto terrestres como marítimos. 
 
Aquí hará unos tres años vino un historiador de la vecina Arica a enseñarnos y decir que iba a presentar un libro sobre la historia conjunta de los límites en la Casa Basadre y hasta el Gobierno Regional le dio permiso. Pero el pueblo de Tacna se movilizó, las instituciones cívico-patrióticas se movilizaron, impidieron la presentación del libro y expulsaron al historiador y condenaron severamente la actitud del Gobierno Regional de ese entonces. 
 
Nosotros estamos promoviendo ―y esto va a ocurrir el 5 de abril― la presentación del libro de Alan Fairlie en Tacna, que trata precisamente del asunto de las relaciones Perú Chile, y que será la culminación de la segunda parte de la jornada patriótica del 5 de abril. La primera, de la mañana, será la visita a la línea de la Concordia y la segunda será la réplica de un forum que el 23 vamos a hacer en Lima y que se denomina Perú y Chile, hitos, relaciones y territorios, en la cual van a participar connotados historiadores, embajadores y militares del país.
 
Consecuencia de la mencionada acta firmada se ha restado importancia al curso de Historia del Perú, relegándolo a una materia accesoria dentro de un curso llamado ciencias sociales. Ante la falta de acción del ejecutivo, ¿el Congreso no debería reclamar la reposición del curso de Historia del Perú  historia tomando como modelo la enseñanza que recibió su generación, presentando con claridad los asesinatos, latrocinios y terrorismo que cometió Chile durante la invasión? 
 
Sí, como le digo, este tiene que ser un paquete que se incluya en esta campaña nacional. Yo ―¡cómo no!― estaría con el mayor agrado de tratando de ejercer algún tipo de presión, y al mismo tiempo, tratando de sugerirle al presidente de la Comisión de Educación la necesidad de poder de una vez por todas, revisar los contenidos la historia respecto de Chile, de la Guerra del Pacífico, de la actuación, porque no podemos permitir que países ajenos desconozcan la trayectora de Grau, de Bolognesi y de quienes se inmolaron en esta jornada en defensa de la patria. 
 
¿No le parece que la actitud traicionera de Allan Wagner, de haberse sometido al requerimiento de Chile de cambiar nuestra historia, lo descalifica por lo menos moralmente para dirigir a las Fuerzas Armadas, a las que baja la moral?
El estigma está recayendo sobre el Apra en sus dos gobiernos. Implica no solamente al señor Allan Wagner, sino a toda la administración García, de tal  manera que en materia de defensa o seguridad nacional, en materia de implementación de nuestro ejército, de la recuperación de su moral, moral que fue perdida durante el gobierno del dictador Fujimori, que utilizó a nuestras Fuezas Armadas, a nuestros mandos del ejército par satisfacer sus protervos propósitos, los asemejan en su actitud y los descalifican en la historia. Por eso creo que se vive un momento de crisis política en el país, que se expresa en la renuncia de ministros, en altos funcionarios que duran dos días y en un descalabro del gobierno, que no tiene claro hacia dónde conduce el país en materia social, económica, y como no, en materia cultural y de relaciones internacionales. Si configuras este panorama, tenemos un gobierno criollazo y una república criollaza que sólo el PN podría encarar en este momento.

¿No debería descalificarse al ministro para dirigir nuestras Fuerzas Armadas, habiéndose publicado el documento  firmado por él para someterse a los designios chilenos de cambiar nuestra historia?

Sí, me parece que ya deberíamos nosotros recoger la inquietud, y el propio gobierno debería darse cuenta que estamos frente a un ministro que está desautorizado para conducir tan importante sector.