Francisco Diez-Canseco dice que si García no cae, la corrupción sigue vigente.

Por Rafael Poblete

El presidente del Consejo por la Paz, Francisco Diez Canseco, manifestó que para que se pueda considerar una efectiva lucha contra la corrupción tienen que caer todos los personajes que han cometido fraudes al Estado o se han apropiado del dinero de los recursos públicos.

Consideró saludable que se haya tomado una medida de fuerza contra Ollanta Humala y su esposa, pero dijo que se está notando un trato diferenciado con Alan García, quien tiene serias acusaciones contra él y su presencia en la política es una muestra de que la corrupción todavía tiene privilegios en nuestro país.

—A su juicio ¿Qué importancia tiene la orden de prisión preventiva que el juez Concepción Carhuancho dictó contra la expareja presidencial?
—F.D. La orden de prisión preventiva dictada contra Ollanta Humala y Nadine Heredia significa, esperemos, el inicio de una nueva era en la cual la impunidad debe dejar de existir en el Perú. Ya era hora que un fiscal y un juez con valentía y coraje se enfrentaran al poder político que desde atrás sigue apañando a esta pareja, ya era hora que el Poder Judicial actuara como debe actuar, haciendo justicia y en defensa de todos los peruanos porque el dinero que el expresidente y su esposa han sustraído al Estado, recordémoslo bien, es dinero de todos los peruanos: a todos nosotros nos han robado dinero que se ha podido utilizar para hacer escuelas, para mejorar los servicios de agua potable y desagüe, para incrementar los servicios de salud en el Perú.

—La población percibe que la corrupción es, con la inseguridad ciudadana, los problemas más graves que afronta el país.
—El año pasado, según las cifras más recientes, se han robado –prefiero usar ese término para subrayar la verdad desnuda y evitar eufemismos- unos 12 mil 600 millones de soles al Estado a través de una miríada de actos de corrupción. El promedio anual de lo que pierde el Estado peruano a consecuencia de la corrupción se estima en 10 mil millones de soles… se trata de un crimen abyecto contra la Nación, los peruanos y su futuro.

—Sin embargo, la impunidad es la regla general y no la excepción.
—En efecto, la mayor parte de quienes han perpetrado estos delitos execrables o los cabecillas de las redes corruptas que hicieron de las suyas en el aparato del Estado andan sueltos en las calles. El poder político peruano está muy estragado de peligrosos delincuentes de cuellos blanco. Por ejemplo, tenemos muy sueltos de huesos al expresidente Alejandro Toledo y su esposa Eliane Karp en EEUU, mientras que hasta hace poco Ollanta Humala y Nadine Heredia, pese a todas las pruebas de los latrocinios que cometieron y otras acusaciones graves que los vinculan inclusive a crímenes de sangre, confiaban en burlarse del país y de la Justicia.

—¿Alan García goza de impunidad?
—Tenemos a Alan García predicando con solemnidad papal sobre moral y ética porque hasta ahora la Justicia no logra pescarlo pues previsiblemente su red de corrupción tiene anillos concéntricos que impiden llegar hasta él, no obstante que todo el país sabe que transpira una enorme corrupción como recientemente se ha puesto en evidencia en el acto eleccionario al interior del Partido Aprista Peruano y que ha generado que su propia cúpula lo abandone y denuncie el fraude cometido. Si es que García sigue en libertad significa que la corrupción tiene privilegios en el país.

—¿Qué se debe hacer?
—El país está cansado de la corrupción y la traición a los altos intereses de la República. Se debe luchar frontalmente, arriesgando el pellejo, contra la impunidad. Y en esa tarea debemos comprometernos todos.

Diario Uno, 16.07.2017