Ministro Salazar reconoce exceso de policías en crimen de Wilhem Calero


Sobre el crimen del laboratorista Wilhem Calero Coronel, quien pereció en extrañas circunstancias en manos de policías del escuadrón Águilas Negras, el ministro del Interior Octavio Salazar admitió la existencia de una “brutalidad extrema”.


“Lo real es que esta persona murió dentro de un patrullero”, dijo Salazar y aseguró que contactará con la familia para darle el pésame, “son hechos inexplicables”, agregó y adelantó que conversará con el funcionario del banco para investigar el caso.

Calero pereció como consecuencia de asfixia por ahorcamiento mecánico típico de un estrangulamiento, según la necropsia. Según su viuda, éste habría pedido auxilio a la policía tras notar ser objeto de seguimiento por parte de delincuentes. Los agentes que custodiaban la agencia bancaria llamaron a las Águilas Negras, policías, en cuyas manos sucumbió Calero.

Todavía no se conoce el resultado de los vídeos del banco, para determinar si Calero estuvo alterado con los efectos de estupefacientes y que por ello se vieron obligados a usar la fuerza, como alegan. Tampoco están listos los resultados toxicológicos de los análisis del cadáver.

Como se sabe, después de haberlo acusado de estar violento por efecto de las drogas, lo acusaron de ser consumidor asegurando que habían encontrado marihuana en su mochila.

La coartada de la policía presentaría lagunas sospechosas pues la mochila donde presuntamente hallaron droga apareció horas después de la muerte de Calero, no cuando lo llevaron al hospital, donde también habría demorado en llegar.

Sin duda, es un caso que requiere una seria investigación. Si fuese cierto que se acercó a pedir ayuda, ¿qué sucedió para que llegue la policía a reducirlo en lugar de brindarle protección? ¿Podría ser que los policías que custodiaban el banco (siendo personal que no descansa, sino que custodia bancos en sus horas libres), dieron un mensaje equivocado a las Águilas Negras, quienes de frente llegaron a agredir a Calero?

Por otro lado, no es la primera vez que se escucha quejas donde se acusa a la policía de sembrar droga a los detenidos. Si es cierto, ¿de dónde se proveen?