Temeridad en el Rímac


Desde hace algunos años se escenifica el bautizo de Jesús en el río Rímac, a la altura del distrito del Rímac, acto que es llevado a cabo por un grupo de actores vestidos con trajes de la época, los cuales parecen no reparar en su salud.


Como es sabido, cuando el río Rímac atraviesa Lima metropolitana ya está cargado de un alto nivel de contaminantes, tanto tóxicos como metales pesados y microorganismos mórbidos. No obstante, estas personas se introducen en el río, incluso, el que actúa como Jesús, llega a mojarse hasta la cabeza.

Estas aguas no sólo son nauseabundas sino que la gran concentración de excretas humanas, con los consiguientes coliformes fecales y parásitos, entre otros, constituyen un foco infeccioso que puede ocasionar desde afecciones dermatológicas (a la piel) hasta infecciones gastrointestinales como tifoidea.

Según manifestaron los protagonistas, el espectáculo fue auspiciado por la municipalidad del Rímac. ¿No cuenta esa municipalidad con un personal con nociones mínimas de salud? ¿Por qué los sucesivos ministros de Salud toleran alegremente esta práctica?