Balada de la bicicleta

Montanas  nevadas

La búsqueda

Por Ángel Pasos

Las cimas de Cabezas de Hierro estaban cubiertas de nieve y sobre la cumbre de La Maliciosa se habían enredado unas nubes oscuras que le daban un aspecto algo siniestro. Mi bicicleta yacía de lado sobre unas piedras, con la rueda trasera desinflada. Parecía un animal herido. “¡Qué pereza! —pensé—, sacar los trastos con este frío”, y miré hacia otro lado.


En la vertiente oeste la ladera descendía vertiginosamente hasta llegar al bosque y una vez allí el paisaje desaparecía de nuevo engullido por la niebla. Me hundí en mis pensamientos hasta que una ráfaga de viento helado me trajo de nuevo a la realidad. Me estremecí.

Bueno, vamos a arreglar eso —dije a mi biciclet—-. Luego descenderemos despacio y volveremos al mundo; el cielo no nos quiere esta mañana. ¿Qué hemos venido a buscar aquí?

¿Sabes, amiga bicicleta? La vida es una búsqueda incesante y eso es precisamente lo que le da sentido y la transforma en una experiencia fascinante. Buscar con toda el alma es una obligación, una manera de concebir la vida y al mismo tiempo una tarea colosal que uno debe abordar con la pasión de un hombre enamorado, la paciencia de un sabio y la tenacidad de un dios.

No hay forma de eludir el desafío. Estamos hechos para intentar ir más allá, acariciar el infinito, y en el proceso, hallar nuestra misión, nuestro destino.