Trasladan a Magaly Medina a la cárcel de Santa Mónica

Muchedumbre trató de impedir su encarcelamiento

Las autoridades del Insituto Nacional Penitenciario (INPE), en aplicación de la sentencia emitida por la jueza María Teresa Cabrera, del 27mo Juzgado Penal de Lima, trasladaron a la periodista Magaly Medina desde la carceleta del poder judicial hasta la cárcel de Santa Mónica, en Chorrillos.


Medina, junto con su productor Ney Guerrero, quien salió una media hora antes, y también fue sentenciado a una pena de cárcel efectiva de tres meses, salieron de la carceleta en medio de un gran tumulto, pues a la entrada se acercaron seguidores de los programas de Medina con cartelones, quienes gritaban lemas a favor de Magaly Medina y en contra del poder judicial y del gobierno, al que acusan de tender una cortina de humo para distraer a la población de los graves actos de corrupción destapados estos días, “¡liberen a Magaly!” y “¡fuera los corruptos!”, “¡encierren a las ratas!”, “¡Paolo maricón!”, eran las frases más coreadas.


Además de los manifestantes, la parte más cercana se encontraba abarrotada de decenas de periodistas que pugnaban por captar imágenes del traslado, los cuales eran contenidos por un fuerte cordón policial.

Los defensores de Magaly llegaron desde los primeros momentos en que se conoció la sentencia, cerca del mediodía. De un pequeño grupo, para las cinco de la tarde se tenía ya a una muchedumbre de unas 300 personas. Cerca de las 19.30 horas, en que se trasladó a Magaly Medina, la cantidad de gente superaba el millar.

A la llegada de los vehículos de traslado, algunas personas arrojaron agua al camión y la gente intentaba inmovilizarlos empujando, pero fueron dominados por la policía, que con una unidad antimotines y rejas hicieron retroceder a la gente, compuesta de adultos, niños y ancianos.

No hay antecedentes de una nutrida muchedumbre como esta, que se haya dado cita para tratar de impedir el traslado de un detenido.

Enmarrocada


Cabe señalar que otro hecho que revelaría que se trata de un acto de prevaricato (además de la negativa de admitr los testimonios) es el empleo de esposas para trasladar a Magaly Medina, como si se tratara de un delincuente peligroso.

Por otro lado, no se tiene precedentes de pena cárcel efectiva para un caso de difamación, lo cual acrecienta las sospechas sobre la conducta de la jueza, tanto más cuanto la condena también contempla un castigo pecuniario, pues Magaly Medina y Ney Guerrero deberán pagar en forma solidaria 80 mil soles al futbolista que alega no ser ciertas las versiones sobre su indisciplina.