Por Raúl Allain (*)

La música popular peruana es hermosa. Las expresiones del canto, la poesía popular en costa, sierra y selva, plasmadas en diferentes géneros son parte de nuestro patrimonio cultural inmaterial. Desde el huayno, el yaraví o la cumbia amazónica por citar solo algunos pertenecientes al ande y la Amazonía, son nuestra identidad.

hermoso vals para el pintor de sensaciones

También es verdad que cada peruano tiene sus afinidades. Nací y crecí en los Barrios Altos, así que en mis preferencias tengo fascinación por la música criolla de la costa peruana: marinera, vals, polka y ritmos afroperuanos como el landó y el festejo.

Y, como siempre lo digo, soy nieto del pintor peruano Óscar Allain Cottera, uno de los artistas que más ha plasmado el colorido de las jaranas criollas, a golpe de canto, guitarra y cajón. A sus 96 años, sigue pintando en su taller de la avenida Brasil, en Jesús María, donde vive con su hijo César, quien también toca el cajón con maestría. 

Por tal razón saludo el noble gesto del extraordinario guitarrista criollo Willy Terry y al cantante Carlos Castillo, muy amigos del maestro Óscar Allain, por haber compuesto y grabado un vals en su homenaje titulado “Pintor de sensaciones”. Es un tema que toca el corazón. Transcribo (y agradezco) estos versos hechos canción popular y emblema del criollismo actual:

“Yo no creo que exista una canción / que sea suficiente para honrar / la obra de un artista sin igual / que con su libre trazo la vida nos pintó. // Describes con tu mágico pincel / crónicas del cotidiano vergel / con acordes inventados o matizado bordón. // Así como ocurrió con Villanueva / Europa también te supo apreciar / y al momento de filosofar, al francés quieres parafrasear / cuando piensas, cuando dices: “pinto, luego existo”. // Gran maestro de la realidad, tu pintura inmortalizará / el Perú y el mundo entero lo dirá”.

Tal como se afirma en el libro Origen, ritmos y controversias de la música criolla del Perú, y poemas modernos (2018) de José Antonio Leturia y Jaime Ángel de Casas Puig, el criollismo, por derecho propio, es representativo de nuestro ser nacional.

 

(*) Escritor y sociólogo. Presidente de IPJ y director de Editorial Río Negro.