Y viola la ley al retener patrimonio arqueológico. ¿Qué pasa con la Fiscalía de Ica?

Con una denegación de licenciamiento a cuestas que perjudica a sus estudiantes, en lugar de apresurarse a levantar ese grave problema, la Universidad San Luis Gonzaga de Ica se dedica ahora a promover una mafia internacional que lucra con la profanación de momias de Nasca, manipuladas con las cuales estafan haciendo creer que son extraterrestres.

 

momia nasca alterada

Así exhibió la universidad San Luis Gonzaga de Ica a la momia que ha sufrido grave daño por parte de delincuentes.

 

Esta semana dicha universidad albergó a la mafia de dichos farsantes, entre ellos Jaime Maussan, conocido embaucador mexicano que de tanto en tanto crea algún embuste sobre extraterrestres que dura hasta que se descubre la verdad. Con ellos armó una conferencia sobre dichas momias “extrarrestres”. Este sujeto ya ha sido desenmascarado internacionalmente en la presentación de otros casos.

Otros sujetos lo acompañan, Thierry Jamin, un aventurero francés que desde hace años plantea absurdos arqueológicos para buscar noticia. Además, un odontólogo y otros extranjeros, ninguno de ellos profesional competente en las materias adecuadas. Incluso hay entre ellos un dentista ruso que no sabe distinguir un tomógrafo de otros aparatos.

La verdad

Esta historia ya es vieja y son diversos los profesionales que han explicado el burdo fraude:

  • La momia es verdadera, de Nasca, con cabeza alargada, como solían tener los Paracas y algunos Nasca
  • Le cercenaron en cada pie y mano dos dedos
  • En estas manos y pies que quedaron con tres dedos cercenaron el tejido momificado interdigital para dar aspecto de dedos extremadamente largos, además con huesos aumentados pegados
  • Se detectaron piezas de metal insertadas para unir determinados huesos
  • Sobre todo el cuerpo pegaron una capa de una masa preparada para destacar deformidades y dar un aspecto “extraterrestre”. El análisis de la masa arrojó que incluso tiene pegamento UHU.
  • Otras momias enanas fueron hechas con huesos de animales.
  • Una de las momias enanas tiene el cráneo de una alpaca, el cual han pulido para cambiar un poco su forma.
  • A las momias enanas colocaron piedras por dentro, pero el “profesional” extranjero dice que son huevos

Delito contra el patrimonio arqueológico

Los sujetos que han perpetrado la profanación y destrucción parcial de la momia llamada “María”, están incurriendo en delito contra el patrimonio arqueológico, pues las momias son propiedad del Estado peruano.

Una autoridad universitaria debería ser la primera en denunciar al tener conocimiento de ello. Lejos de eso, la autoridades de la referida universidad están confabuladas con la mafia.

Llama la atención que la Fiscalía de Ica no se haya preocupado en incautar las momias y detener a los responsables, pues debería actuar en coordinación con la Policía y el ministerio de Cultura.

Cuando el ministerio de Cultura exigió a la universidad la entrega de las momias, se negaron al requerimiento, informó el periodista Anthony Choy en su programa Viaje a Otra Dimensión.

Millones en juego

Lo que sí se sabe es que con esta farsa hay quienes ganan millones de dólares, como el canal y organización Gaia, que con la audiencia por esta historia, sólo en los primeros meses había ganado más de seis millones de dólares. A la fecha, la ganancia con la difusión del fraude bordea los 30 millones de dólares. ¿Es pecuniario el interés de las autoridades de esa universidad?

El farsante Maussan también cobra miles de dólares por cada conferencia que da sobre las “momias extraterrestres”. 

Lo que busca la mafia de farsantes es tratar de dar un matiz "científico" al caso de estas momias apuntalándose en una universidad. Lo que no saben en el exterior es que esta universidad no tienen nivel y por ello recientemente la SUNEDU le denegó el licenciamiento.

Con razón la Universidad San Luis Gonzaga de Ica no alcanzó la licenciatura, pues está muy lejos de lo que es la investigación científica y por el contrario se presta a este burdo circo. Cualquier profesional médico o biólogo con una simple observación de las radiografías se daría cuenta de la estafa.