Cómo no iba a resaltar la incapacidad de la burocracia que Susana Villarán dejó instalada en el mercado mayorista de Santa Anita, en medio de la prensa amiga de Villarán que la defendía, Con Nuestro Perú ya desde entonces advertía que era irracional confinar el comercio mayorista de alimentos para todo Lima a un solo mercado, como si estuviesemos en una aldea y no en una ciudad grande, lo cual estalló ahora en plena pandemia del coronavirus.
Hoy se registró caos total, comerciantes y público entrando por la fuerza en muchedumbre para aumentar los contagios, pese a la vigilancia policial, mientras un dirigende de los comerciantes denuncia que 17 de ellos murieron con coronavirus, hecho silenciado por la municipalidad de Lima.
En ese mercado tenemos:
- Una burocracia con altos sueltos dejada en tiempos de Villarán con sujetos nombrados a dedo por la municipalidad de Lima, donde el gerente ganaba más que el presidente, algo de S/ 30 mil (ahora podría ser más, a propósito el portal de transparencia de Emmsa no arroja resultados para ver un cuadro de remuneraciones y la declaración jurada de intereses de su gerente general ofrece una página muy convenientemente borrosa), pese a que nunca había trabajado en un mercado ni conocía de comercio
- Se cobra el peaje más caro del mundo: un promedio de S/ 200 por camión, con el pretexto de pesar en balanza, cuando ningún transportista necesita pesar su carga, pues ya viene pesada, incluso tienen boletas de balanzas de provincia, cuyo costo promedio es S/15, por lo cual sólo se requiere que declaren el peso para fines estadísticos. Este cobro leonino nó solo encarece el precio de alimentos básicos, sino que sirve para pagar la planilla dorada de Emmsa, la empresa de la municipalidad de Lima a cargo de este mercado
- Se marginó a los estibadores de La Parada, a quienes se dejó sin trabajo para contratar a una empresa chilena para que realice trabajo de carga
- Una ubicación que congestiona el tránsito en la Carretera Central, que ya no da para más
Ahora salta a la vista el caos, la pésima administración, que no le importó aplicar las medidas sanitarias para los comerciantes en esta pandemia.
El ingreso a dicho local hoy fue violento, rompieron un cerco y hasta entraron por los techos, se vio a venezolanos entrando matonescamente y la gente caía golpeada al piso en una batahola total.
El presidente de la Asociación y empresarios comerciantes del Mercado Mayorista de Lima, Pedro Orellana, descartó que hayan sido los vendedores los causantes del desorden registrado esta madrugada y culpó a trabajadores de nacionalidad venezolana.
“Lo que pasa es que los transportistas manuales se han retirado y no hay. Entonces estos trabajadores han sido reemplazados por venezolanos quienes hace días no hacen caso a nadie, ni a los fiscalizadores del mercado”, señaló a varios medios.
Pese a lo grave de ello, la gerencia no ata ni desata.
Cierre de mercados que no tienen orden
Urge el cierre de mercados que no tienen orden, hasta que ofrezcan atención saludable, y la creación de más mercados itinerantes.
Llama la atención la inacción de los alcaldes donde hay desorden en los mercados, pues demuestran que poco les interesaa el incremento de contagios.
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